«Lo primero que hacemos es ayudar a los sudaneses como podemos» - Alfa y Omega

«Lo primero que hacemos es ayudar a los sudaneses como podemos»

Mohamed Amro, presidente de la Casa de Sudán en Madrid, vivió la guerra en primera persona. Ahora asiste a sus compatriotas con apoyo de SERCADE

Rodrigo Moreno Quicios
Mohamed Amro, en el centro y con traje, junto a más desplazados de Sudán
Mohamed Amro, en el centro y con traje, junto a más desplazados de Sudán. Foto cedida por Mohamed Amro.

«Era un día de Ramadán, yo no tenía universidad y estaba dormido porque iba a despertarme al mediodía. Entonces entró mi madre en mi habitación diciendo: “¡Levántate, hijo, que ha empezado la guerra!”. Salí al salón y vi por la tele un avión sobrevolando la ciudad, miré por la ventana y vi el mismo avión. No estaba seguro de si el sonido que oía venía de la tele o de la calle». Es el recuerdo que comparte con Alfa y Omega Mohamed Amro de abril de 2023, cuando estalló una guerra en Sudán que ya ha afectado a 24 millones de personas. «Al cabo de una hora, toda la gente estaba en las tiendas para comprar lo necesario antes de pasar encerrados meses». En su caso, fueron solo diez días. Cinco en su casa y otros cinco en la Embajada de España, el país donde nació en 2002. De hecho, es adonde fue trasladado. Con motivo del Día Mundial de la Cultura Africana, nos cuenta su historia.

Tras pasar una temporada en España y terminar los estudios en Egipto, donde «se abrieron cursos de mi universidad para los alumnos desplazados», es ahora presidente de la Casa de Sudán en Madrid. Este ente, según nos explica, «lo primero que hace es ayudar a los sudaneses que están aquí de todas las maneras que podemos».

También «crea enlaces entre la cultura española y la sudanesa». En su opinión, tienen más en común de lo que pueda parecer a simple vista, pues ambos países «son conocidos por su hospitalidad, su gente simpática y que quiere llevar una vida simple y feliz». Con un pie en cada sitio, confiesa que «cuando nací en España quería conocer Sudán, cuando estaba en Sudán quería volver a España y ahora quiero verlo otra vez».

Aunque no es fácil volver. Durante nuestra llamada, Amro nos cuenta que acaba de saber que «el Ejército está avanzando en la capital». Asimismo denuncia que el otro bando en la contienda, las Fuerzas de Apoyo Rápido, «son una milicia que no tienen ética, entran en los barrios y pueblos, matan a todos los hombres y esclavizan a las mujeres». Tanto es así que, para evitar su cautiverio, «muchas mujeres se atan rocas pesadas al cuello y se tiran al Nilo». «Es una situación horrorosa», protesta.

Preguntado sobre qué hacer desde España para ayudar a su pueblo, considera que un primer paso sería «hablar sobre Sudán e informarse de lo que está pasando». Por ejemplo, invita a «dar a conocer iniciativas» como la propia Casa de Sudán en Madrid. O proyectos como el programa Afrique del Servicio Capuchino para el Desarrollo (SERCADE), del que él mismo ha sido voluntario. «De vez en cuando me llaman. Antes iba muchas veces cuando llegaba a España una persona de Sudán y necesitaba traducción», pues Mohamed Amro habla español, inglés, árabe y portugués. Con ayuda de sus técnicos, los usuarios conseguían un recurso residencial de emergencia o una cita con la Policía para arreglar su situación documental.