Lo deseable es construir el futuro juntos

La semana pasada, el presidente, Pedro Sánchez, presentó a bombo y platillo España 2050. En el extenso informe de 676 páginas, elaborado por la joven Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, se abordan cuestiones clave como la educación, el cuidado del medio ambiente, la despoblación de ciertas áreas y el envejecimiento, la desigualdad o las deficiencias del mercado laboral… Lo sorprendente es que, al plantear soluciones, no se haya contado con voces de la sociedad civil directamente afectadas y que ese «futuro deseable» que tantas chanzas generó en redes venga a veces cargado de ideología.

Muestra de ello es la natalidad: se subraya lo problemático de que esta no sea más alta, sobre todo cuando la gente vive cada vez más. Y aunque se acierta al reclamar mejoras en los sueldos, el acceso a la vivienda y la conciliación para que la gente pierda el miedo a tener hijos, sobra cierta resignación y faltan creatividad y valentía.

La idea de fondo del informe —discutir hacia dónde camina el país— es buena, ¿pero no puede resultar oportunista cuando ni siquiera se logran consensos para hacer frente a las consecuencias de la pandemia? ¿De verdad hay voluntad de avanzar juntos?