Llegan al Congo las primeras vacunas contra la viruela del mono

La República Democrática del Congo ha recibido esta semana el primer lote de vacunas contra la viruela del mono. Han llegado tres semanas después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara una emergencia mundial tras la aparición de numerosos brotes de esta enfermedad infecciosa en doce países africanos.

Según ha informado Euronews, este envío inicial consta de unas 100.000 dosis de la vacuna MVA-BN, fabricada por la empresa danesa Bavarian Nordic y donada por la Unión Europea a través de HERA, la Autoridad para la Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias.

Por su parte, el portavoz de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker, ha confirmado que esta es la primera entrega de vacunas al país. Se espera además una segunda entrega de aproximadamente otras 100.000 dosis en los próximos días. UNICEF encabezará la campaña de vacunación en las provincias más afectadas.

Diferentes socios occidentales como la Unión Europea y Estados Unidos han prometido unas 380.000 dosis de vacunas contra la viruela del mono. Esto representa menos del 15 % de los tres millones de dosis necesarias para controlar los brotes en la República Democrática del Congo, el epicentro de esta emergencia sanitaria.

El Papa y los salesianos piden más medidas

Hace unos diez días, los misioneros salesianos desplegados en República Democrática del Congo ya pidieron «implantar en todas partes prácticas similares a las de la COVID-19 para evitar el contagio». En RDC, que concentra un 96 % de los casos de este tipo de viruela, «la emergencia por epidemia ya ha sido declarada, pero muchas personas aún no lo saben y siguen haciendo su vida diaria». «El trabajo de sensibilización y prevención será vital para poder controlar la viruela del mono», recalcaron entonces los salesianos en un comunicado.

Por su parte, tras el rezo del ángelus del pasado 25 de agosto, el Papa Francisco expresó «mi solidaridad con los miles de personas golpeadas por la viruela del mono, que constituye una emergencia sanitaria global». Pidió entonces por «todas las personas contagiadas, especialmente por las de la República Democrática del Congo, que sufre hoy tantas dificultades». Envió además su «cercanía a las Iglesias locales de los países más golpeados por esta enfermedad». Y solicitó «a los gobiernos y empresas privadas que compartan la tecnología y tratamientos disponibles para que a ninguno le falte asistencia médica».