Llamados a vivir la comunión - Alfa y Omega

Fruto de la oración, encuentros y una fluida comunicación con el cardenal Osoro, primordialmente mantenida por Vicente Morales, un enamorado de la comunión, el 25 de mayo de 2016 un grupo de hermanos del entorno del pueblo de Dios, le propuso la creación de una Mesa Diocesana por la Comunión. Tras un pausado estudio, el 5 de julio de 2017, con el apoyo del Consejo Episcopal, el arzobispo la aprobó. Y el 13 de septiembre de 2017, la puso en marcha con el nombre de Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial. El 25 de octubre de 2017 celebró su reunión constituyente, con diez miembros elegidos por su vocación por la comunión. En la actualidad son cerca de 20. Dos años después, se estableció la fecha del primer domingo de octubre como Domingo por la Comunión en la archidiócesis de Madrid.

Es misión esencial de la comisión: «servir para unir» como «fermento de comunión», despertar su anhelo en la diócesis, abrir espacios y tiempos para orar y reflexionar sobre ella, desvelar «las máscaras de comunión» (san Juan Pablo II), mediar en conflictos que afecten a la comunión y facilitar la reconciliación.

La comisión es una escuela de sinodalidad y diocesaneidad, como recuerda nuestro actual arzobispo, el cardenal Cobo. Todo cristiano, de cualquier carisma, ministerio e institución eclesial está llamado a vivir y fomentar, desde la diversidad, la comunión, y a participar en los trabajos de la comisión.

Este pasado domingo, en la parroquia del Pilar, retransmitida por La 2 de TVE, celebramos la Misa anual por la Comunión, presidida de modo entrañable por nuestro arzobispo. Todos, transidos de una alegría poderosa, hemos escuchado de nuevo de sus labios la llamada del Señor a vivir en comunión en tiempos difíciles: «Frente a las heridas de las divisiones, estamos llamados a dar testimonio y a vivir con un solo corazón», nos dijo.