Ligeros de equipaje en el Camino... y en la vida

Pocas horas antes de cerrar 2020, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, abrió la Puerta Santa de la catedral y dio así el pistoletazo de salida a un Año Santo que, por la pandemia, se prolongará hasta finales de 2022.

Como subraya el Papa Francisco en una carta, este Jacobeo es una invitación a salir «de nuestro propio yo, de esas seguridades a las que nos aferramos», y a seguir «las huellas del Apóstol» al paso que marca el Señor. En el Camino, igual que en la vida, hay que hacer «el esfuerzo de ir ligeros de equipaje», y permanecer «en continua tensión hacia ese anhelado encuentro con el Señor». Y en todo momento hay que saberse «prójimo» de otros y parte de un «Pueblo de Dios que hace de sus tradiciones canto de alabanza».

Este recordatorio es siempre pertinente, pero quizá lo es más en este tiempo de coronavirus. Resuena con él el famoso «¡Europa, vuelve a encontrarte, sé tú misma!», pronunciado por san Juan Pablo II en Santiago en 1982. Entonces, el Papa polaco pidió que la Iglesia siguiera «dando un testimonio de servicio y de amor para contribuir a la superación de las crisis del continente». Hoy, como entonces, los cristianos tenemos tarea en este camino que se hace al andar.