Libertad religiosa en China - Alfa y Omega

Libertad religiosa en China

Redacción

«Persiste la pretensión de las autoridades chinas de ponerse por encima de la autoridad de los obispos y de guiar la vida de la comunidad eclesial». Así lo ha denunciado la Comisión instituida por Benedicto XVI en 2007 para estudiar las principales cuestiones sobre la Iglesia en China, con la presencia de los superiores de los dicasterios romanos, en su quinta reunión anual. Al término de este encuentro, la Comisión reitera que «es importante atenerse» a las indicaciones dadas por Benedicto XVI sobre asuntos como la legitimidad de ordenaciones episcopales, ya que de ello depende que «el rostro de la Iglesia brille con claridad en medio del noble pueblo chino». La Santa Sede protesta por estas intromisiones, y pide también más claridad a algunos responsables de la comunidad católica. Se cita el caso reciente de la participación de un obispo ilícito en una ordenación episcopal reconocida por la Santa Sede, así como la turbación que genera en los fieles la participación de obispos en consagraciones ilícitas, si bien, en el pasado, la Santa Sede ha reconocido que esa participación se produce a menudo bajo coacción.

En la pasada Vigilia Pascual, cerca de 25 mil personas fueron bautizadas en China, según fuentes locales citadas por la agencia vaticana Fides. Sólo en Hong Kong, hubo esa noche 3.500 bautizos. Se estima que hay, en el país, unos 13 millones de católicos, en una población de 1.300 millones de habitantes.

Las restricciones a la libertad religiosa coexisten con ocasionales reconocimientos sobre la importancia social del cristianismo. Los principales medios de comunicación chinos, controlados por el régimen, han elogiado estos días la figura de Paul Xu Guangqui, el primer católico de Shanghai, en proceso de canonización. El 24 de abril se cumplió el 450 aniversario del nacimiento de quien fuera estrecho colaborador del Beato Matteo Ricci. Paul Xu Guangqui era un conocido científico y alto funcionario, y se le considera pieza clave en la introducción del conocimiento científico occidental en la China de la dinastía Ming.