Las religiones minoritarias piden más ayuda al Estado para visibilizar su acción social
Puede haber «muchas diferencias en el mundo dogmático y de las ideas, pero en la acción social todos nos encontramos», afirma uno de los autores de un estudio publicado por el Observatorio del Pluralismo Religioso en España
Las religiones minoritarias en España han manifestado un «amplio consenso» sobre que su tarea de acción social debería tener un mayor apoyo por parte de las estructuras del Estado; no tanto en el aspecto económico, sino más bien en el de darla a conocer. Así se desprende del estudio La acción social de las confesiones minoritarias en España: mapa, prácticas y percepciones, del Observatorio del Pluralismo Religioso en España, dependiente de la Fundación Pluralismo y Convivencia, adscrita al Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.
«Hay un discurso que sitúa a la comunidad musulmana como únicamente receptora de ayuda y es muy difícil visibilizar a la comunidad musulmana como prestadora», se recoge en las páginas como ejemplo. En este sentido, el informe destaca que «no existe un debate intenso y generalizado» sobre si deberían disponer de una casilla propia en la declaración de la Renta. De hecho, por encima del concepto «apoyar económicamente nuestros proyectos sociales» (con una puntuación de 3,6 sobre 5), se sitúa «poner en valor nuestro papel en la sociedad» (4,3 sobre 5). Los apoyos financieros les vienen en su mayoría de los propios miembros (83,3 %), de las fuentes propias de la confesión (37,5 %) y de las administraciones públicas (29,2 %).
En el estudio se muestra una primera aproximación a la acción social de estas religiones. En concreto a las confesiones budista, evangélica, bahá’í, judía, musulmana, ortodoxa, y sij, además de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Iglesia de la Cienciología o Testigos de Jehová. Algunas de estas, aunque ni jurídica ni políticamente sean consideradas sectas, sí son señaladas como tal por algunos de los mayores expertos en la materia.
«Al igual que la acción social de la Iglesia está bien vista y goza de legitimidad entre creyentes y no creyentes, también la acción social de las confesiones religiosas minoritarias lo estaría si se pudiera visibilizar», destaca Sebastián Mora Rosado, uno de los autores del estudio. Este profesor de la Universidad Pontificia Comillas subraya en este sentido uno de los objetivos del estudio, que es «poner en valor la aportación de la religión al mundo contemporáneo». No en vano, «el discurso de la compasión y la ayuda está en todas las religiones».
Dicha acción social se diversifica, tal y como queda reflejado en el estudio, en bloques: asistencia a personas en sus necesidades básicas, proyectos de promoción social y creación de mecanismos para que las personas accedan a sus derechos. Así, los principales colectivos de atención son las personas en situación de riesgo de pobreza y marginación; los migrantes; la infancia, adolescencia y sus familias; los jóvenes, y las mujeres, por este orden. En último lugar aparecen las personas con problemas de salud mental, las minorías étnicas, el colectivo LGTBIQ+ y las personas que ejercen la prostitución.
En el informe se recoge que la acción social de las confesiones religiosas minoritarias en España se realiza fundamentalmente de forma organizada a través de organizaciones sociales propias (55,1 %), seguida de la que se lleva a cabo promocionando la participación en organizaciones sociales independientemente de su confesionalidad o condición (26,6 %). Entre las primeras destacan Diaconía o REMAR, de las iglesias evangélicas; la ONG ADRA, de la Iglesia Adventista del Séptimo Día; la musulmana Islamic Relief Worldide; o la Fundación para la Mejora de la Vida, la Cultura y la Sociedad, de la Iglesia de la Cienciología.
Blanco Rosado reconoce que la investigación les ha permitido conocer proyectos de acciones y presencia «para nosotros absolutamente desconocidos». En este sentido, destaca la rápida organización de algunas de estas confesiones para la acogida de personas refugiadas de Ucrania, que sucedió durante el periodo en el que desarrollaban el trabajo de campo. Otro resultado significativo de su trabajo fue «descubrir que también a las puertas de las mezquitas hay personas que piden limosna los viernes, como en las iglesias los domingos». En tercer lugar, advirtieron que muchas de estas confesiones tienen a muchos de sus fieles con problemas o en exclusión social. Y un último descubrimiento fue el de las ONG que algunas de estas religiones tienen a nivel internacional.
Más solidaridad que proselitismo
Sobre los valores que sustentan esta acción social, los encuestados sitúan en primer lugar la solidaridad (60,9 %), a la que siguen el respeto (51,1 %), la justicia y compasión a partes iguales (40,2 %), y la importancia de la comunidad (39,1 %). En último lugar se sitúa la trascendencia (10,1 %). Cabe destacar que, por norma general, las confesiones religiosas minoritarias centran su acción social en la ayuda y no en hacer seguidores, discípulos o miembros de la comunidad. Es decir, se separa el área proselitista de la ayuda humanitaria, si bien en algunos casos integran elementos religiosos en sus servicios sociales con una apertura a la dimensión espiritual.
A las puertas del comienzo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, Alfa y Omega pregunta al autor cuál es la relación de estas confesiones minoritarias entre sí y con la Iglesia católica. «La acción social nos une a todos», afirma de forma tajante. Puede haber «muchas diferencias en el mundo dogmático y de las ideas, pero en la acción social todos nos encontramos». Y «puede ser lugar de mucho más encuentro». Desde hace años, reconoce, hay ya «una relación muy intensa en la acción social» con el mundo evangélico, pero queda un camino por hacer de aprender unas religiones de otras y con la mayoritaria, y al revés. Además, sostiene, «el futuro del catolicismo depende del futuro de las religiones». Así, expresa, «o generamos un espacio público para la actividad religiosa» de las confesiones minoritarias, «o también el catolicismo se va a ver desplazado en el ámbito público».
Además de Sebastián Mora Rosado, doctor en Sociología por la Universidad de Zaragoza, licenciado en Filosofía por la Universidad Pontificia de Comillas y máster en Doctrina Social de la Iglesia por la Universidad Pontificia de Salamanca, el estudio ha sido elaborado por Guillermo Fernández Maíllo, responsable de Formación de Cáritas Española; José A. López-Ruiz, doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, y Agustín Blanco Martín, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia Comillas y director de la Cátedra José María Martín Patino de la Cultura del Encuentro. Las conclusiones se presentarán el 23 de enero, a las 17:00 horas en el Espacio Ecooo de Madrid.