Las reducciones visitadas por la reina Letizia «adelantaron la doctrina social de la Iglesia» - Alfa y Omega

Las reducciones visitadas por la reina Letizia «adelantaron la doctrina social de la Iglesia»

La reina española recorre varias reducciones levantadas por los jesuitas durante su viaje oficial a Paraguay

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
La reina Letizia, junto a la primera dama de Paraguay, Silvana López, durante su visita a la misión jesuítica de Santísima Trinidad del Paraná (Paraguay). Foto: AFP_NORBERTO DUARTE

Las reducciones jesuíticas del Paraguay han vuelto a estar de actualidad esta semana, cinco siglos después de su desarrollo en América Latina. La razón es la visita de la reina Letizia a Paraguay estos días, durante la cual ha recorrido las misiones de Trinidad de Paraná y Jesús de Tavarangue.

«La presencia de la reina en estos lugares nos evoca toda la vivencia cultural y religiosa vivida allí durante los siglos XVI y XVII», señala Melciades González Espinola, S.J., director del Centro de Estudios Paraguayos Padre Antonio Guasch e investigador destacado de la cultura guaraní.

Para el jesuita, las reducciones del Paraguay «son la memoria del realismo utópico que cobró realidad en medio de una sociedad encomendera y esclavista». En este sentido, el trabajo realizado allí entre jesuitas y guaraníes «no tiene parangón en la historia del Paraguay en lo relativo al desarrollo económico, cultural y religioso. Las reducciones constituyeron un espacio utópico que ninguna otra época posterior consiguió igualar, de tal modo que actualmente la potencialidad turística en Paraguay está cimentada sobre las reducciones».

Sin embargo, la vida en ellas «tampoco fue todo color de rosa, porque su éxito fue el resultado de un arduo trabajo entre jesuitas y guaraníes en el que nunca faltaron las diferencias culturales», asegura González.

Con todo, estos espacios fueron fruto «de un aprendizaje mutuo gracias a la apertura de los jesuitas y al interés de los guaraníes por la propuesta llevada por los religiosos». Debido a ello, las reducciones «adelantaron lo que contemporáneamente llamamos doctrina social de la Iglesia, pues no solo dieron pistas para la aplicación pastoral, sino que supusieron también una denuncia frontal de las injusticias sociales en contra de los indígenas».