«Las redes sociales son un factor de riesgo que tener muy en cuenta»
Magdalena Pérez Trenado, psicóloga especialista en psicología clínica y responsable del Programa de Prevención del Suicidio del Teléfono de la Esperanza
¿Cómo influyen las redes sociales en nuestro cerebro?
A nivel químico, diferentes estudios sobre el funcionamiento cerebral ponen de manifiesto que el uso de las redes provoca modificaciones en neurotransmisores como la oxitocina, la adrenalina, la dopamina, la serotonina, la testosterona y el cortisol, implicados en el desarrollo y la gestión de las emociones, activando áreas relacionadas con la descarga de la agresividad, con la experiencia de recompensa y gratificación rápida, con circuitos de adicción…
¿Existen casos de personas a las que las redes sociales les hayan predispuesto de alguna forma para el suicidio?
Si hablamos de suicidio, las redes sociales también son un factor de riesgo emergente que tener muy en cuenta, especialmente para aquellos jóvenes que estén viviendo un momento de vulnerabilidad intensa.
En las redes hay muchos mundos pero hay dos, muy habitados, que son muy peligrosos. Uno es el mundo de los seres estupendos, un mundo colorido, ese en el que solo caben los intercambios que ofrecen una imagen positiva, optimista, divertida, guapa, dinámica… ese en el que no hay sitio para la tristeza, el miedo, los problemas, la enfermedad… Para muchos chicos es muy difícil habitar en este mundo del que se autoexcluyen o en el que se inventan perfiles acordes a lo que se espera de ellos, o peor aún, en el que tienen que negarse a sí mismos para sentirse integrados.
El otro mundo es un mundo oscuro, en él habitan personas, chicos y chicas, que sufren mucho, que sienten un dolor intenso y continuado que no saben gestionar, que se sienten muy solos pero, que en ese mundo, se encuentran con otros muchos iguales a ellos con los que establecen vínculos que, generalmente, refuerzan su complicado estado. En ese mundo me comprenden, pero no es un mundo en el que se proporcione consuelo a mi dolor, ni me ayuda a poder valorar alternativas sanas. Es un mundo peligroso que me mete en un bucle del que es mucho más difícil salir.
¿Existe la soledad en la época de la hiperconectividad?
La hiperconectividad digital tiene muchas ventajas y también muchos riesgos. Uno de estos riesgos es la soledad. Hoy cualquiera puede tener cientos de seguidores, miles de contactos a un clic de distancia, pero sentirse muy solo. No es lo mismo un contacto que un vínculo, y la vinculación afectiva es uno de los factores clave en el desarrollo de la salud emocional. Las nuevas tecnologías nos acercan a muchas personas y facilitan el mantenimiento de los contactos, pero también tienen el riesgo de potenciar esa soledad emocional porque nos privan de la experiencia del encuentro personal auténtico, del vivir y compartir experiencias juntos, de la mirada, de la mano agarrada, del abrazo, de la escucha calmada, de la presencia, de lo que realmente alimenta el vínculo.