Jesús Díez del Corral, sacerdote instagrammer: «Las redes sociales son las nuevas iglesias»
Las redes sociales se han convertido en «un nuevo areópago para mostrar al Dios vivo». Eso es precisamente lo que hace Jesús Díez del Corral (Bailén, 1980), consiliario del Secretariado de Infancia y Adolescencia de la diócesis de Jaén, que cada día expone diez minutos a Jesús sacramentado en Instagram para los jóvenes
¿En su caso qué fue primero, Instagram o el confinamiento?
Instagram. Soy el consiliario de Infancia y Adolescencia de Jaén y hoy los chicos se mueven mucho en las redes sociales.
¿Qué importancia tienen estas redes para el momento que vivimos?
Siempre han sido importantes, pero hoy más que nunca las redes sociales son esa ventana abierta al mundo desde el confinamiento de nuestras casas. De esta forma, las redes también son las nuevas iglesias, un nuevo areópago para mostrar al Dios vivo. Nosotros, por ejemplo, estamos presentes en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube. Tratamos de tener una presencia significativa para acercar a los adolescentes a Dios.
Es cierto que al Señor hay que sentirlo y degustarlo, por supuesto, dentro del templo, pero las redes sociales pueden ser como un trampolín para impulsar al joven a encontrarse cara a cara con Dios. En la pantalla se puede ver al novio, pero por ello no desaparece el deseo de estar físicamente con él. Nosotros igual. Tratamos de suscitar ahora ese deseo en los adolescentes.
¿Cómo surgió hacer los directos de la exposición de Jesús sacramentado en Instagram?
El 14 de marzo íbamos a tener un encuentro con adolescentes en el que íbamos a adorar a Dios, a convivir y a tener un rato de fiesta. Pero, claro, lo tuvimos que suspender a raíz de la pandemia. Por aquel entonces ya había sacerdotes que estaban celebrando la Misa por redes sociales, ofrecían meditaciones y nosotros pensamos que podíamos hacer algo parecido. Entonces se nos ocurrió hacer el directo en Instagram: son diez minutos de adoración ante nuestra Virgen custodia. También lo hacemos a través de Facebook.
¿Cuál es la dinámica?
Primero hacemos una invocación al Santísimo Sacramento, después hay una pequeña oración joven y, a continuación, invito a los participantes a expresarse. Según el día, les animo a dar gracias, a alabar, a pedir perdón. Ayer, por ejemplo, estuvimos pidiendo por nuestras debilidades. «Señor, te pido que me ayudes en esta pereza»; «te pido que comprenda mejor a mis padres»; «te pido que intente ser más esperanzador, que intente dar más alegría…» decían. Los chicos reconocen sus debilidades. Gustó mucho el resultado. Además, todos los días terminamos rezando la oración que el Papa nos ha propuesto para el fin de esta epidemia.
¿Qué tal ha sido la respuesta de los jóvenes?
¿Te puedes creer que hay días que se suman hasta 1.000 jóvenes al directo? Incluso hay días que estábamos 1.500. Aquí vemos claramente cómo todo ser humano tiene sed de Dios. El Señor nos puso en el corazón a todos los hombres, también a los jóvenes, un anhelo por la trascendencia y, a veces sin saberlo, no paramos de buscarlo.
¿Habéis tenido algún tipo de feedback?
Los jóvenes están totalmente agradecidos. Nos lo dicen en los directos y también por mensaje. «Gracias por acercarnos a esta realidad, por no dejarnos en estos momentos duros, difíciles, de cansancio que ya puede con nosotros». Ahí estamos encontrando las fuerzas. Yo me siento totalmente reconfortado con esos comentarios.
¿Qué os gustaría conseguir con esta iniciativa?
Con el coronavirus hay miedo e incertidumbre. Esto nos ha pillado a toda la humanidad por sorpresa. Estamos asustados. Frente a esto, lo que queremos es transmitir un poco de esperanza en estos días. Queremos ofrecer un rayo de luz. Por eso compartimos al Pan de Vida a través de las redes sociales. Ver a Jesús Eucaristía en brazos de María creemos que puede ser reconfortante para estos días. Junto con las Misas, creo que este momento de adoración está calando hondo.
¿Qué te parece la respuesta pastoral de la Iglesia ante crisis?
Hay que adaptarse a la realidad que vivimos y la Iglesia está siendo muy valiente. Está junto a los enfermos y también acompañando y celebrando para los fieles a través de las redes sociales.