«Las mujeres no son suplentes, son titulares» - Alfa y Omega

«Las mujeres no son suplentes, son titulares»

El Papa ya ha recibido un primer baño juvenil con dos eventos. Uno en la Universidad Católica de Lisboa y otro en la sede de Scholas de Cascais. Ha pedido que la universidad no sea elitista y ha invitado a los chavales a «buscar y arriesgar»

Ángeles Conde Mir
Francisco durante su encuentro con estudiantes en la Universidad Católica Portuguesa de Lisboa
Francisco durante su encuentro con estudiantes en la Universidad Católica Portuguesa de Lisboa. Foto: CNS / Lola Gómez.

Los aplausos entusiastas denotaban que el Papa estaba llegando a la Universidad Católica Portuguesa de Lisboa, la primera universidad católica moderna fundada por la Iglesia en Portugal tras la firma del Concordato. Allí el Papa ha bendecido la primera piedra de un nuevo campus que pondrá en marcha este centro educativo, el Campus Veritatis.

El Santo Padre ha escuchado los testimonios de algunos de los alumnos y de la rectora, que le ha explicado que pronto pondrán en marcha la cátedra Economía de Francisco y Clara.

Este primer encuentro con jóvenes universitarios ha sido solo un aperitivo de lo que le espera al Papa con el casi millón de chavales que se congregarán para los actos centrales de la JMJ.

El Pontífice ha pronunciado un largo discurso reflexionando sobre qué significa buscar y avanzar, «un proceso que un universitario comprende bien, porque así nace la ciencia». Por eso, ha invitado a los universitarios a «desconfiar de las fórmulas prefabricadas laberínticas y de las respuestas que parecen estar al alcance de la mano que lo dan todo sin pedir nada». En definitiva, les ha animado a «buscar y arriesgar» porque «estar insatisfechos —en este sentido y en su justa medida—, es un buen antídoto contra la presunción de autosuficiencia y el narcisismo». El Papa ha asegurado que no hay que tener miedo de sentirse inquietos o incompletos y ha subrayado que lo importante es moverse y buscar repuestas, pero no aquellas fáciles porque «las respuestas fáciles anestesian».

En varias ocasiones Francisco ha dejado de lado su discurso escrito para dar algunos consejos a los estudiantes
En varias ocasiones Francisco ha dejado de lado su discurso escrito para dar algunos consejos a los estudiantes. Foto: CNS / Lola Gómez.

Esas respuestas pueden encontrarse en la universidad, siempre y cuando, la universidad «no exista para preservarse como institución» ya que «la autopreservación es una tentación, un reflejo condicionado del miedo, que hace mirar la existencia de un modo distorsionado».

«Tengan, por tanto, la valentía de sustituir los miedos por los sueños; ¡no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños!», ha insistido Francisco quien ha recordado que la universidad no tiene que ser una institución elitista. «Sería un desperdicio pensar en una universidad comprometida en formar a las nuevas generaciones solo para perpetuar el actual sistema elitista y desigual del mundo, en el que la instrucción superior es un privilegio para unos pocos. Si el conocimiento no es acogido como responsabilidad, se vuelve estéril», ha asegurado. Por eso, ha destacado que, quien recibe una instrucción superior, ha de restituir algo de lo que ha recibido a la sociedad para hacerla más justa e incluyente.

En consecuencia, ha pedido a los estudiantes que den lo mejor de sí mismos, siempre vigilantes, porque «en nombre del progreso, se ha abierto el camino a una gran regresión». Y en todo ese proceso, la fe debe transparentarse: «Quisiera decirles que hagan creíble la fe a través de sus decisiones. Porque si la fe no genera estilos de vida convincentes, si no hace fermentar la masa del mundo, no basta con que un cristiano esté convencido, debe ser convincente».

Casi para finalizar su largo discurso, el Papa ha hecho un alegato a favor de la presencia femenina en primera línea. Ha celebrado que esta universidad haya decidido llamar Economía de Francisco y Clara a su nueva cátedra incluyendo el nombre de Clara en el título. «En efecto, la contribución femenina es indispensable. En el inconsciente colectivo cuantas veces esta pensar que las mujeres son de segunda. Son suplentes, no son titulares, y eso existe en el inconsciente colectivo. La contribución femenina es indispensable», ha subrayado con esta frase que no estaba escrita en su discurso.

«Scholas te pone en marcha, te hace respetar al otro»

Casi una hora después de este evento con universitarios, el Papa Francisco se ha dado otro baño juvenil esta vez en Cascais. Ha acudido a la sede de Scholas Occurrentes, el proyecto educativo global que Francisco ha apoyado desde el principio de su pontificado y que está ya presente en 190 países. Esta sede de Cascais fue fundada en 2019. El Papa ha puesto el toque final a un gran mural de tres kilómetros y medio que los jóvenes que acuden a las actividades de esta organización han realizado con motivo de la JMJ. Francisco ha entablado un diálogo espontáneo con los chavales, de distintas religiones, que han hablado al Pontífice de su experiencia en Scholas.

El Papa junto al presidente de Scholas, José María del Corral, en la sede de Scholas en Cascais
El Papa junto al presidente de Scholas, José María del Corral, en la sede de Scholas en Cascais. Foto: CNS / Daniel Ibáñez.

El Papa les ha dicho que Scholas posibilita que cada uno pueda ser como es por el respeto que se respira en las actividades de la organización: «Scholas te pone en marcha, te hace respetar al otro, Scholas te muestra el camino hacia adelante, te levanta». Al final del encuentro, el Papa ha regalado al centro un icono del buen samaritano. Francisco ha explicado el sentido de esta parábola y ha dicho a los muchachos que, como el buen samaritano que no ignoró al hombre apaleado como habían hecho otros, «a veces, es mejor mancharse las manos para no mancharse el corazón».

Tras conversar con los jóvenes, Francisco, pincel en mano, ha concluido la obra que se extendía desde la calle y termina en la sede, y en la que han participado unas 100 organizaciones de la comunidad de Cascais. Después fue al jardín para bendecir un olivo, símbolo de Scholas, mientras de fondo sonaba un hermoso fado.