Las memorias de Gabriel Albiac - Alfa y Omega

Las memorias de Gabriel Albiac

Ricardo Ruiz de la Serna
Foto: Ernesto Agudo.

Este libro es profundísimo, conmovedor y punzante. Me refiero a las memorias de Gabriel Albiac (Utiel, 1950), que La Esfera de los Libros ha publicado con el título En tierra de nadie. Catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, discípulo de Althusser, antifranquista y estudiante del Mayo del 68, Albiac ha sido testigo de cómo nuestro siglo fue el tiempo más aterrador de la historia. Estas páginas no son complacientes con el lector ni condescienden al optimismo ni a la moralina. El autor es tan duro con la humanidad y consigo mismo que ni siquiera se permite la afrenta espinoziana de pedir perdón, que el filósofo judío al que Albiac ha dedicado los mejores años de su vida consideraba miserable. Para el tiempo de los campos de exterminio, las cámaras de gas, los guetos, el gulag, las prisiones y las checas, tal vez no quepa clemencia.

Hay algo de nosotros, que nacimos cuando la URSS existía, que se nos va extirpando a medida que Albiac recuerda las promesas fracasadas, las aspiraciones defraudadas, las utopías enterradas bajo pilas de cadáveres en Vietnam o aplastadas bajo los carros de combate en la Primavera de Praga. De la mirada devastadora del autor no se salvan ni la movida madrileña ni el felipismo, y las páginas que dedica al recuerdo de los GAL rezuman una lucidez entristecida.

Por la obra aparecen como fantasmas las viejas glorias del comunismo y los espectros de 50 años de la vida política y social española con el franquismo de fondo. Todo está atravesado por los grandes temas del universo de Albiac: el cine, el rock, la novela negra, el judaísmo y el antisemitismo, Israel, Pascal, Espinoza, los libros, el terrorismo o la soledad radical del hombre moderno. El lector recordará los atentados del 11S, la matanza de Charlie Hebdo, el terror yihadista en Europa.

¿Cómo leer, entonces, esta obra lacerante? Gracias a la literatura, es decir, al deslumbrante estilo literario que Albiac ha ido puliendo a lo largo de los años, atado al ensayo erudito y a la columna de combate en la prensa. Esto nos seduce. Nuestro autor no rehúye una buena pelea. Participa de los movimientos clandestinos estudiantiles durante el franquismo, una militancia que recuerda, por cierto, sin nostalgia ni añoranza. Se suma a la acción popular por los GAL. Se indispone con los medios intelectuales de una izquierda que podría haberle brindado todos los triunfos académicos y culturales en los años 80 y 90. Albiac carece de esperanza —o al menos lo parece—, pero no de coraje ni de arrojo.

¿En verdad le falta la esperanza? Eso desprende, pero hay algunos momentos sospechosos en estas memorias. Albiac es capaz de cruzar medio planeta por sus hijas, a las que ama. Aquí se abre el resquicio a la esperanza. El autor no lo dice. Quizás incluso lo niegue, pero ese acto de amor es elocuente. Más de 70 años de fracasos —creo que Gabriel me perdonaría esta síntesis tan dolorosa— quedan justificados por ciertos actos de amor y entrega que estas páginas revelan. No, Albiac no lo dice. Supongo que, si le preguntase, lo negaría.

Dios está presente por doquier. Aparece en la evocación del «Dios de Meister Eckhart y Pascal. Absconditus. Y sin nombre. El Único. El que es. Siempre. Y nunca existe. Y aniquila», pero también respira en ese hombre que, despojado de la toga del académico y desarmado de la pluma del escritor, quiere a sus hijas, abraza a sus amigos, besa a aquella a quien ama. En este viaje de memoria y vida, que Albiac salpica de referencias a otros viajes —París, Israel, Jamaica— hay una presencia constante de un amor y una amistad que no son de este mundo. El lector que lea este libro a la luz de la fe podrá encontrarlos.

No dejen de leerlo.

En tierra de nadie
Autor:

Gabriel Albiac

Editorial:

La Esfera de los Libros

Año de publicación:

2022

Páginas:

444

Precio:

24,90 €