Las Hermanitas del Cordero buscan construir un pequeño monasterio
«Somos contemplativas, y nuestra primera labor es la oración, ser una presencia de oración y liturgia en Madrid», afirman las ocho hermanitas del Cordero que desde hace siete años animan la liturgia de la Capilla de Obispo, en la plaza de la Paja, en el mismo Madrid de los Austrias.
En este edificio del siglo XVI, las hermanitas organizan desde el año 2010 la Eucaristía cada día, la liturgia de las horas varios días de la semana, en una cuidada celebración de gran belleza que atrae a muchas personas. Allí también organizan vigilias en los tiempos litúrgicos fuertes –cada sábado de esta misma Cuaresma, a las 22 horas–, encuentros fraternos, adoración eucarística… Y después de la Eucaristía de las 12:30 los sábados y los domingos invitan a la gente a compartir lo que traigan y comer juntos, no en un comedor, sino en la misma sala donde comen las hermanitas: «Lo llamamos mesa abierta. Allí ponemos nuestra vida en común, para compartir nuestra fe y lo que nos pasa, y hablar desde el corazón». También desde allí se dirigen a los barrios de Madrid, para anunciar el Evangelio a todos, muchas veces casa por casa.
Hay muchas personas del barrio que tienen como referencia la Capilla del Obispo, y también hay muchas otras que vienen de otras partes de la ciudad o a veces de otras provincias para compartir con las Hermanitas su liturgia; y ya hay una pequeña comunidad de laicos célibes, jóvenes, familias y sacerdotes, cuya espiritualidad gira en torno al lema de la comunidad: Con la gracia de Dios, heridos, no dejaremos jamás de amar.
Un foco de luz
Hoy las hermanitas están buscando en Madrid un lugar para levantar un pequeño monasterio, un lugar propio de su comunidad y más acorde con su carisma. «Los llamamos así por la pequeñez que ensalza Jesús en el Evangelio, la de esos pequeños que lo reciben todo del Padre. Y queremos ser pequeños también para revelar la humildad de Cristo y que se refleje en toda nuestra vida, también en el lugar donde vivimos», cuentan.
En España ya hay dos pequeños monasterios de Hermanitas, en Navalón (Valencia) y Granada, y en breve se bendecirá el de los Hermanitos, también en Navalón. Son lugares de una arquitectura muy concreta que facilita la oración y la formación, la vida comunitaria, la acogida y la vida monástica, con celdas alrededor de un claustro, un refectorio, una capilla en torno a la cual gira todo el edificio, un espacio para el silencio…
Quieren que el de Madrid sea «un foco de luz en la ciudad, donde quien quiera pueda venir a beber de la fuente de nuestra oración y de la vida fraterna que vivimos, con mucha sencillez y belleza, con espacios tanto para rezar como para desarrollar la vida en común», un lugar más acorde con la forma de vida que solicita su carisma. Allí «los jóvenes, las familias, los pobres, las personas solas, los mayores, creyentes y no creyentes, podrían encontrar su lugar de descanso, para ser escuchados y acompañados, para recibir consuelo y amistad».
De momento, están buscando un terreno en el centro de Madrid, 1.000 a 2.000 metros cuadrados en el centro de Madrid, una tarea nada fácil. «Pero nada es imposible para Dios», advierten recordando precisamente la Palabra que recibieron en oración nada más comenzar con este proyecto. A quien quiera colaborar le piden «su oración» y cualquier orientación en la búsqueda del terreno. «Y a quien Dios le ponga en el corazón la intención de ayudar, se puede poner en contacto con nosotras», concluyen. Más información: Tel. 91 366 08 11.