Las fronteras españolas han dejado más de 10.000 víctimas en 2024 - Alfa y Omega

Las fronteras españolas han dejado más de 10.000 víctimas en 2024

Este ha sido el año más letal desde que se tienen registros. En el informe Derecho a la vida 2024, la organización Caminando Fronteras apunta como causas a la omisión del deber de socorro y la externalización de fronteras

Ester Medina Rodríguez
Un guardacostas libio, en pie, en un bote durante el rescate de 147 migrantes que se dirigían a Europa. Foto: AFP.

Las cifras que arroja el último informe de la organización Caminando Fronteras sobre la situación de las fronteras españolas en 2024 son escalofriantes: más de 10.000 personas han muerto o desaparecido en las rutas de acceso a España. Ello supone 30 fallecidos al día y convierte este año que termina en el más mortífero desde que esta entidad tiene registros.  

La investigación Derecho a la vida es un análisis que se hace de forma periódica con el objetivo de analizar las rutas migratorias en la frontera occidental euroafricana, que abarca la frontera marítima y terrestre entre España y la franja costera desde el sur de Senegal hasta Argelia. «Estas cifras evidencian un fracaso profundo de los sistemas de rescate y protección» ha declarado Helena Maleno, coordinadora de este trabajo, quien describe la situación migratoria como una «tragedia inadmisible».  

Los últimos datos señalan que la ruta atlántica sigue siendo la más letal del mundo para todas aquellas personas que migran de sus países buscando una vida mejor o escapando de la violencia, el hambre o las guerras. Además, apunta a un crecimiento de las tragedias en la ruta de Mauritania, país que se consolida como el principal punto de partida hacia las islas Canarias. Por otro lado, la ruta argelina, en el Mediterráneo, es la segunda más peligrosa, con más de 500 víctimas. El estrecho de Gibraltar se ha cobrado más de 100 vidas, y casi 75 se han perdido en la ruta de Alborán.  

Pero detrás de estas cifras espeluznantes hay vidas e historias personales, así como unas causas estructurales que las provocan. Según Caminando Fronteras, son la omisión del deber de socorro y la externalización de fronteras y rescate. «Destacamos también la priorización del control migratorio sobre el derecho a la vida, la inacción y arbitrariedad en los rescates, la criminalización de organizaciones sociales y familias; esto unido a las situaciones de extrema vulnerabilidad que empuja a los migrantes a lanzarse al mar en condiciones muy precarias». 

«Víctimas de segunda clase» 

De las casi 300 tragedias ocurridas en las diferentes rutas migratorias, el informe de Caminando Fronteras realizó un seguimiento especial a 131 embarcaciones, que finalmente se perdieron con todas las personas a bordo sin dejar rastro. Además, analiza la especial situación de las mujeres migrantes, que «sufren violencia, discriminación, racismo, deportaciones y violencia sexual, viéndose obligadas a sobrevivir en condiciones extremas que las empujan a la mendicidad, la prostitución y los trabajos precarios, además de correr el peligro de ser captadas por redes de trata». 

Especialmente crítica también es la situación de los menores, quienes según la ONG «siguen sufriendo desprotección y falta de garantías por parte de las autoridades». «Son tratados como migrantes antes que como infancia, se ven expuestos al mercadeo político y son diana para los discursos del odio, lo que los expone a situaciones de vulneración de sus derechos», denuncian.  

La investigación también dedica un espacio a la realidad de las familias que siguen buscando a sus seres queridos desaparecidos. Pese a advertir avances en la recepción de denuncias y buenas prácticas, Caminando Fronteras denuncia la revictimización que sufren estas familias, siendo «estigmatizadas y consideradas víctimas de segunda clase». Asimismo, se pone en valor la asociación y la creación de redes comunitarias entre estos familiares, «que confrontan un sistema de muerte sistemática en las fronteras».