Las eutanasias en Bélgica se multiplicaron por doce en 20 años
Los datos del organismo oficial de control revelan que una de cada seis muertes provocadas no se da en casos terminales y apuntan a un aumento del turismo eutanásico
En 2022, se produjeron en Bélgica 2.966 casos de eutanasia. Esto supone, denunció la plataforma One of Us la semana pasada, que las muertes provocadas médicamente se han multiplicado por más de doce en los últimos 20 años, desde las 235 de 2003, un año después de su legalización. El incremento respecto al año anterior fue del 9,85 %. Otro dato relevante es que las eutanasias ya suponen una de cada 40 muertes en el país, el 2,5 %.
Según los datos oficiales recogidos por la Comisión Federal de Control y Evaluación de la Eutanasia, en 2022 se produjeron 513 casos de eutanasia en los que la muerte natural no era previsible en el futuro próximo. Esto supone casi uno de cada seis casos, o el 17,3 %.
Entre estas muertes solicitadas por enfermedades no terminales, casi la mitad (239, el 8 % del total) se debieron a polipatologías. En Bélgica, este término se refiere a la suma de varios problemas médicos. Aunque por separado no justificarían legalmente la eutanasia, en el caso de que se sumen sí se autoriza. En total, las eutanasias por polipatología, incluyendo tanto los casos terminales como los que no lo son, fueron 582 el año pasado. Esto es, un 19,6 %; casi una de cada cinco.
66 muertes sin sufrimiento físico
Otras razones para provocar la muerte a personas que no iban a morir próximamente fueron los desórdenes cognitivos —demencias—, de los que hubo 41 casos; los problemas psiquiátricos (24); enfermedades del sistema óseo, muscular y de las articulaciones —como la artritis—, con 15 casos; anomalías cromosómicas y congénitas (tres) y siete casos por lesiones debidas a causas externas.
One of Us subraya también que según los datos oficiales —que la misma Comisión reconoce que pueden ser incompletos—, en un 2,2 % de los casos totales, 66, la solicitud de eutanasia se produjo solo por sufrimiento psíquico, sin que hubiera ningún tipo de dolor físico.
Aumento de casos por demencia
Dentro del total de eutanasias —con muerte inminente o no—, las solicitadas por desórdenes cognitivos como las demencias fueron 42. Según datos del Instituto Europeo de Bioética (IEB), esto supone un incremento significativo respecto a los años anteriores. Los análisis de este Instituto recogen que entre 2020 y 2021 fueron eutanasiadas por esta causa 49 personas. Teniendo en cuenta que se trata de dos años, el dato está cerca de haberse doblado respecto a los dos años anteriores (42 frente a un promedio de 24,5 en los años anteriores). Y se ha multiplicado por cuatro respecto a 2016 y 2017, cuando sumaron 24 (un promedio de doce).
En cuanto a las eutanasias por problemas psiquiátricos, se mantienen más estables: fueron 26 en 2022 frente a 42 en los dos años previos (con un promedio de 21). En 2020 y 2021, murieron por esta causa 18 personas con problemas como la depresión y el trastorno bipolar; seis personas por problemas psicosomáticos o vinculados con el estrés, cuatro personas por trastornos de origen orgánico como el autismo y dos personas por síndromes del comportamiento como la anorexia.
Según reconocía la propia Comisión esos años y cita el IEB, entre las personas jóvenes que solicitaban la eutanasia por estas causas «el carácter insoportable y persistente del sufrimiento estaba asociado frecuentemente a experiencias de su pasado» como los abusos sexuales y la negligencia en la infancia.
El informe de la Comisión Federal de Control y Evaluación de la Eutanasia recoge también que en 2022, la eutanasia en Bélgica se aplicó al menos a 61 personas extranjeras que habían viajado a este país para morir, de las cuales 13 no estaban en fase terminal. Este dato también apunta a una tendencia creciente, pues según el IEB entre 2020 y 2021 se produjeron 79 casos de turismo eutanásico (un promedio anual de 39,5), y entre 2016 y 2017, 45 (un promedio anual de 22,5).