Las enseñanzas de un monje del siglo XVII a la Curia - Alfa y Omega

Las enseñanzas de un monje del siglo XVII a la Curia

La Curia romana realiza estos días ejercicios espirituales por separado. Para mantener viva la comunión, el Papa ha regalado a cada uno el libro Abbi a cuore il Signore,  un manuscrito del XVII escrito por un monje anónimo

Victoria Isabel Cardiel C.
El Papa Francisco durante los ejercicios espirituales de la Curia en Ariccia (Italia), en marzo de 2019. Foto: CNS

No se sabe muy bien cómo, pero este librito de instrucciones espirituales, escrito en italiano vulgar y latín, de páginas amarillentas y abigarrada escritura, acabó en el puesto de un mercadillo en Ferrara, en el norte de Italia. Tras confirmar la relevancia del hallazgo y datarlo en el siglo XVII, cayó en manos de Luigi Epicoco, un joven sacerdote cuyos escritos de espiritualidad han conquistado el corazón del Papa desde hace tiempo. El cura decidió donar el tesoro descubierto a otro teólogo italiano de renombre, Daniele Libanori. «Era la persona adecuada para editar el texto. Él es de Ferrara. Tuvo que adecuar las expresiones arcaicas a un italiano comprensible y actualizar la parte bíblica con la inclusión de las traducciones más recientes», reseña. Así nació el libro Abbi a cuore il Signore –que podría traducirse como Ten presente al Señor– que el Papa ha regalado a la Curia para los ejercicios espirituales que concluirán este viernes. Las disposiciones sanitarias han impedido que Francisco pueda reunirse con ellos para realizar estas reflexiones previas a la Pascua. De hecho, lo harán por separado y cada uno en su casa. Por eso este libro, que en palabras de Epicoco reúne las «notas y apuntes» de un tal Maestro de San Bartolo que de «manera magistral» evidencian «un sentido práctico de experiencia en la vida espiritual», será la manera de unir sus oraciones en comunidad. El sacerdote italiano, que además es el autor de San Juan Pablo Magno, fruto de una conversación con el Papa sobre san Juan Pablo II, refiere que San Bartolo, es el diminutivo de San Bartolomeo, un convento en Ferrara que ya no existe. El maestro era como «el enseñante de los novicios». «Su conocimiento del alma humana es extraordinario», incide.

No es nada «anómalo» encontrarse con «documentos antiguos útiles para la vida espiritual, pero sin firmar». «No sabemos quién es el autor. Y este anonimato hace pensar que quien lo escribió quería desviar la atención hacia el contenido», dice Epicoco.

—Pero, ¿qué puede aportar un monje del siglo XVII a la Curia contemporánea?

—Es un texto atemporal, como los clásicos, porque habla a la parte más esencial del hombre. Trata los temas más trascendentales para la humanidad: la búsqueda de la felicidad, el significado de la vida y de la muerte, la relación con Dios, con uno mismo y con los demás.

En la opinión de Epicoco, cualquier persona que lo lea se topará con una llamada a «una radical conversión evangélica» en su día a día. «El monje es cualquier persona que quiera tomarse en serio su vida y su fe». En este sentido, defiende que la santidad nunca pasa «por la excelencia en alguna materia», y mucho menos por «ser el mejor en alguna disciplina», sino en ser plenamente humanos. De hecho, la espiritualidad es «ante todo existencial porque, o toca directamente la vida o no es vida espiritual, sino espiritualismo». «Es imposible amar a Dios, que no vemos, y no amar a nuestros hermanos, que están aquí».

Abbi a cuore il Signore
Autor:

Maestro de San Bartolo

Editorial:

San Paolo Edizioni

Año de publicación:

2020

Páginas:

287

Precio:

17 €