Las diócesis de Oviedo, León y Santander tendrán mujeres al frente de sus oficinas de abusos
Siguen así la estela de la diócesis de Astorga, de la misma provincia eclesiástica y pionera en esta materia
Las diócesis de Oviedo, León y Santander seguirán la estela de su homóloga de Astorga –pertenecen a la misma provincia eclesiástica– y elegirán para dirigir sus respectivas oficinas especializadas en la atención y el acompañamiento a las víctimas de abusos. Así lo acordaron este miércoles sus obispos –Jesús Sanz Montes (Oviedo), Manuel Sánchez Monge (Santander), Jesús Fernández (Astorga) y Luis Ángel de las Heras (León)– en la reunión mantenida en León.
«Queremos poner al frente de cada de estas oficinas a una mujer, que esté preparada, que tenga una identidad eclesial clara, y que desde su pericia profesional pueda realizar esta labor de dirección y acompañamiento junto con un equipo con el que cada oficina o delegación pueda contar», ha explicado el arzobispo de Oviedo.
Para hacerlo se apoyarán en la experiencia de la diócesis de Astorga, pionera en la creación de un recurso de estas características: «Tiene experiencia y trayectoria».
En este sentido, ha añadido que trabajan con la guía del motu proprio Vos estis lux mundi del Papa Francisco para abordar los casos «de manera sensata y respetuosa».
Según Sanz Montes, la Iglesia «es la única que se ha tomado en serio el poder prevenir y acompañar los casos de abusos», que se han producido «entre nuestro clero» y también «entre nuestras familias». Y ha añadido: «No queremos mirar para otro lado y ojalá que los que estadísticamente estarían más afectados por los abusos de menores hubieran podido hacer la mitad de la mitad de lo que la Iglesia está haciendo con toda seriedad y responsabilidad».
Respuesta a la pandemia
Por otra parte, en la reunión también han analizado la situación actual de la sociedad y de la Iglesia en mitad de la pandemia. La COVID-19, según el arzobispo de Oviedo, está teniendo una incidencia directa en la comunidad cristiana en tres aspectos concretos: la catequesis, la liturgia y los sacramentos y la caridad.
«Ahora hay que saber acompañar en este momento de dificultad, este necesario rearme moral y de esperanza, de cercanía cariñosa, para que cada uno, en su lugar, pueda estar a la altura que nos plantean estos retos y desafíos», ha concluido.