Las custodias procesionales - Alfa y Omega

Las custodias procesionales

Mª Cristina Tarrero Alcón

En el siglo XXI las procesiones eucarísticas giran habitualmente en torno a la solemnidad del Corpus Christi. En cambio, en la edad moderna, existían muchas celebraciones en las que procesionaba Jesús Sacramentado y recorrían no solo las ciudades o pueblos sino el interior de la catedral, el convento o el monasterio. Las primeras noticias que tenemos acerca de estas celebraciones se remontan al siglo XIII, pero fue el Concilio de Trento el impulsor definitivo de la devoción eucarística favoreciendo el desarrollo de las cofradías sacramentales. Entre ellas destaca la Minerva, fundada en 1520 por el dominico Tomás Stella en la iglesia romana de Santa María sopra Minerva, construida sobre el antiguo templo de Minerva.

Estas congregaciones se encargaban de fomentar el culto a la Eucaristía a través de diversos actos devocionales como acompañar a los sacerdotes con el viático, fomentar la devoción a las 40 horas y realizar una procesión eucarística el tercer domingo del mes, que será conocida como Minerva. Los actos devocionales eucarísticos favorecieron la aparición de sagrarios, custodias de mano o custodias procesionales o de asiento. Se encargaron piezas no solo para la celebración oficial del Corpus Christi, sino para todas las procesiones que se realizaban en claustros, distritos o parroquias.

En España hay espléndidas custodias de asiento; es muy conocida la de Toledo realizada por Juan de Arfe entre 1517 y 1524, labrada originalmente en plata y dorada más tarde; pero en cada rincón del país se puede contemplar una impresionante pieza. En Madrid la custodia que recorre las calles de la ciudad el día del Corpus Christi es la realizada por Francisco Álvarez en 1574. No fue encargada por el clero sino por el Concejo de la Villa; por ello se encuentra en el Ayuntamiento. El Concejo encomendó al citado platero unas andas para acoplar una custodia procedente de Segovia, y más tarde, dado que no pudieron disponer de ella, se le encargó la custodia para las andas que ya había realizado.

La Archicofradía Sacramental de San Justo posee una fabulosa custodia expuesta en el Museo Catedral de la Almudena. Muchos la recordarán porque estuvo en la capilla del Santísimo cuando el Papa Juan Pablo II dedicó la catedral en el año 1993.