Las cabalgatas llevan a los barrios de Madrid la alegría cristiana - Alfa y Omega

Las cabalgatas llevan a los barrios de Madrid la alegría cristiana

Los Reyes Magos visitarán la noche del 5 de enero a los niños de los distritos de Madrid; en algunos de ellos, como Latina, participan cuatro parroquias y Cáritas Vicaría VI con la carroza del belén y un pasacalles

Begoña Aragoneses
Parte de los niños de las comunidades parroquiales de Latina en la cabalgata del año pasado.

Sus Majestades de Oriente ya están en Madrid y se han levantado este jueves, 5 de enero, llenos de energía. Esta noche dejarán los regalos en las casas de todos los madrileños, pero antes recorrerán las calles de pueblos y ciudades de la región para que ningún niño se quede sin verlos. Algunos ya los han podido saludar estos días previos en las cabalgatas de sus barrios. Otros lo harán esta víspera de Reyes, como los vecinos del distrito de Latina, que acompañarán a Melchor, Gaspar y Baltasar en un recorrido de seis kilómetros y con un dispositivo de 20 carrozas. Una de ellas será la de las parroquias Jesús y María, Santa Cristina y Santo Domingo de Guzmán, a quienes se une la parroquia San Leopoldo y Cáritas Vicaría VI con un pasacalles. Todo un evento de comunidad que involucra también a la Cofradía del Señor de los Milagros, con sede en Santa Cristina. Son ellos los que preparan la chocolatada con la que se amenizan las dos horas previas de espera para las acreditaciones de la cabalgata.

La ilusión se ha ido contagiando a este equipo de cerca de 100 personas en los días previos a la llegada de los Reyes. Participan niños de entre 6 y 12 años, además de padres, catequistas… Los pequeños son los más entusiastas, y esto se lo transmiten a los mayores. Incluido el párroco de Santa Cristina, Fernando Bielza, a quien la Junta Municipal de Distrito ha encomendado sustituir al rey Gaspar en el caso de que este se ponga malo. Lubka es una de las catequistas de la parroquia que colabora con la preparación de la cabalgata. Este 2023 está «con toda la ilusión», ya que, de los dos años que lleva haciéndolo, será el primero que salga de verdad a la calle. En 2022, por culpa de la COVID-19, le pasó «como a Moisés, que no pudo entrar en la tierra prometida», y se lo perdió. Ella, eslovaca de nacimiento aunque con nueve años ya en Madrid, no estaba muy acostumbrada a los Reyes. «Allí los regalos los trae el Niño Jesús el día 24 de diciembre, pero esto me gusta mucho; al fin y al cabo, ellos le llevaron regalos al Niño».

Esta es precisamente la principal catequesis que traslada el párroco de Jesús y María, David López, a los niños y a los padres. Se trata «de poder compartir con nuestros vecinos la alegría de los cristianos». De hecho, les cuenta —explica Lubka—, que «este día es una fiesta en la que nuestra misión es felicitar a la gente la Navidad de forma cristiana». Participar en la cabalgata, continúa el párroco, «es una manera de estar en el barrio; nuestra carroza lleva el belén para darle sentido navideño». Hay algunos gestos que son propios de esta comunidad de parroquias, que además ayudan a que los niños «lo vivan bien». «Nosotros no tiramos los caramelos, los damos en la mano», explica el sacerdote. Es reconocer la dignidad de cada persona con la que se cruzan durante el recorrido, muchas de ellas conocidas, sobre todo «desde que entramos en la calle Camarena». Y por eso los saludan a cada una por su nombre, a los mayores, a los enfermos…

Además, «el sentido cristiano de la cabalgata es ponernos al servicio y animar a los demás» con la entrega de caramelos y las coreografías al ritmo de villancicos. También con la megafonía, a través de la cual van «invitando a la gente a que acojan al Niño Jesús». Y esto se prolonga al día de Reyes, porque los niños «pueden estar contentos, animar a los abuelitos…».

Son ya ocho años los que estas parroquias llevan participando en la cabalgata. La carroza, un camión decorado y con toldo por si llueve, se monta en Santo Domingo, que tiene garaje. Este año los niños irán disfrazados de pastores con ovejas, ángeles o estrellas, y cada uno ha estado ensayando en casa, con sus padres, su coreografía. Le preguntamos al párroco por alguna cabalgata especial y él, que reconoce que no siempre es fácil la relación con algunas entidades del barrio, afirma que «el año de la pandemia, la gente aplaudía cuando pasaba Cáritas». Por eso, «la cabalgata es momento para ver también que la Iglesia es lugar de reconciliación».