«Laicos y no cristianos han tenido voz en la preparación del capítulo general» de los claretianos

Los misioneros claretianos –Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María– están celebrando en Roma su vigésimo sexto capítulo general, una cita de la que saldrá elegido el próximo Gobierno de la congregación para los siguientes seis años.

El encuentro comenzó este domingo 15 de agosto y concluirá, previsiblemente, el próximo 12 de septiembre. «Nos han pedido que nos saquemos un billete de vuelta flexible porque, en principio, el capítulo termina el 12 pero el nuevo superior puede decidir revisar o que se reflexione más en algún aspecto», explica a este periódico Paco Carín, misionero madrileño y actual superior de la delegación de Asia oriental.

La previsión es que el padre Mathew P. Vattamattam sea reelegido en el cargo de superior general. «Es el primer sexenio que está en el cargo y la tradición dice que los superiores generales suelen tener dos periodos de mandato». De hecho, «en el anterior capítulo general entramos en un proceso de transformación, y este tipo de cambios suelen llevar tiempo. Si viéramos cuánto hemos cumplido del anterior capítulo, debemos estar a la mitad. Queda mucho por enraizar», señala Carín tratando de aludir al lema del presente encuentro: Enraizados y audaces.

Un año de recorrido

A pesar de que el XXVI capítulo de los claretianos acaba de comenzar, de hecho todavía están en los tres días de retiro iniciales con los que arranca el encuentro, en realidad toda la congregación lleva más de un año preparando la cita. «Queríamos hacer un capítulo diferente, más participativo y, sobre todo, que se fuera construyendo desde abajo», confiesa Carín.

Por eso, la congregación inició un etapa de diálogo para escucharse los unos a los otros de cara a los trabajos del capítulo. «También se han incluido en las conversaciones a laicos e incluso a personas que ni siquiera son cristianas pero que están trabajando con nosotros», asegura el misionero.

Todo ese trabajo se ha sintetizado en un documento que les fue entregado a todos los miembros del capítulo antes de que este comenzara. Dos de las ideas surgidas en esas conversaciones, revela Paco Carín, «son, por ejemplo, el aprecio que la gente le tiene al estilo de vida sencilla de los claretianos y cómo son muchas veces los laicos los que nos animan a los misioneros a ir un poco más allá que lo que nos impide nuestros miedos».

Trabajos del capítulo

Una vez que concluyan este miércoles los días de retiro, el capítulo tiene previsto evaluar la situación de la congregación y escuchar los informes presentados por su consejo general. Después se procederá a elegir al superior general y a su consejo para el periodo 2021-2027 y, ya por último, se marcarán las prioridades de vida y misión de la congregación en muy diversas áreas, tales como espiritualidad, economía, acción apostólica, formación o pastoral de jóvenes.

«Estamos en un momento importante. Estamos creciendo en lugares en los que no tenemos una historia congregacional, como India, África u otros países de Asia. Y yo creo que para nosotros es importante releer el carisma desde esas realidades. A veces, pensamos que el carisma de una congregación es lo que hizo san Antonio María Claret hace 200 años. Sí, pero ¿hoy en día qué significa para una persona, por ejemplo de Indonesia, ser claretiano? La respuesta a esta pregunta creo que es importante y creo que es uno de los cambios que debemos tener en cuenta», concluye Paco Carín.