La UFV ofrece un teléfono de escucha «para encontrar el sentido en esta crisis»
La Universidad Francisco de Vitoria lanza el programa Uno Más Uno para atender telefónicamente a quienes precisen ayuda psicológica y espiritual desde la escucha y el acompañamiento
Más de 200 miembros de la Universidad Francisco de Vitoria y de su entorno —profesores, mentores, psicólogos, sacerdotes y consagrados— se han presentado estos días como acompañantes voluntarios para el programa Uno Más Uno que ha articulado la universidad para acompañar telefónicamente a quienes necesiten ayuda psicológica y espiritual en medio de esta crisis sanitaria.
Se trata de un servicio gratuito «con el que nos ponemos al servicio de tantas personas que en este momento de crisis necesitan una conversación, un diálogo y un encuentro», explica Maleny Medina, directora del Instituto de Acompañamiento de la UFV.
Uno Más Uno ofrece escucha y acompañamiento psicológico, espiritual, de salud o relacional en función de las necesidades que quienes llamen. Los escuchantes voluntarios son profesionales con formación y experiencia en acompañamiento, que se ofrecen «a aquellos que están solos en el hospital o en su casa, que no saben nada de sus seres queridos, o personas que tienen dudas de fe, o que simplemente necesitan relación y compañía», añade Medina.
«En la UFV tenemos un interés especial en el cuidado de la persona en todas sus dimensiones, y cuando surgió esta crisis nació enseguida una llamada a hacer algo, algo a lo que se han sumado multitud de profesores y personal de la universidad. Esta colaboración y esta disponibilidad están siendo algo precioso», asegura la directora del Instituto de Acompañamiento.
En tan solo 48 horas de funcionamiento, a Uno Más Uno ya han empezado a llegar peticiones de ayuda: «algunos han solicitado atención psicológica, otros hablar con un sacerdote, otros han pedido luz sobre preguntas que les están surgiendo estos días. También hay personas solas y que necesitan compañía. Y es llamativo que nos han llamado varios profesionales sanitarios porque necesitan ser escuchados, y que afirman estar sobrepasados físicamente y psicológicamente».
Además de todo ello, también ha habido alguna solicitud de ayuda sobre temas informáticos, «y nos irán llegando peticiones más variadas, porque esta situación va para largo y van a salir muchas necesidades».
Para Maleny Medina, las necesidades más comunes que se pueden presentar en una situación de confinamiento prolongado se articulan en torno a dos niveles: «hay unas primeras necesidades relacionadas con cómo gestionar el tiempo, cómo desarrollar la creatividad sobre todo con los niños, cómo tener la armonía y equilibrio en el día a día… Hay personas que están reconociendo tener ansiedad, problemas de alimentación, dificultades para gestionar toda la información de nos llega, dificultades para dormir, tensiones en las relaciones con la familia…». Y luego hay otro nivel más profundo en el que la gente busca «descubrir el porqué de todo esto. Hay gente que se está preguntando qué sentido tiene lo que está pasando en su vida, e incluso qué nos quiere decir Dios con esta situación».