La terapia definitiva es un viaje por los senderos más profundos del ser humano. Es un enfrentarse a lo que esconde cada hombre. A veces, es una vía dura y difícil, porque en ella se encuentran aquellos traumas no resueltos, los problemas que nos paralizan, las dificultades…
El monólogo, interpretado por Fernando Cayo, pone el acento en los traumas no resueltos de carácter religioso, aquellos que nos acompañan desde la infancia, también los que han surgido de una relación de pareja… Y todos, con un elemento común: el miedo. Un miedo acompañado por la estulticia con la que actúa el ser humano en algunas de estas situaciones.
La terapia definitiva está basada en el título Cerebros Verdes Fritos, obra de Jacopo Fo. Un libro de completa «antiayuda». Y en esa línea, se muestra esta obra en la que abundan los comentarios sobre la existencia humana de una forma transgresora —notables son los tacos que el protagonista profesa por su boca— y con un sentido del humor fácil, y además, poco inteligible.
La coreografía es repetitiva y llega a cansar. Aunque no todo lo que se respira en la atmósfera es gris y ácido. También hay toques geniales como el juego del monologista Fernando Cayo con los elementos que invaden el escenario y el gran sonido de percusión.
Belén Muñoz de la Espada
★★★☆☆
Calle Marqués de Casa Riera, 2
Sevilla, Banco de España
ESPECTÁCULO FINALIZADO