«La teología es para todos los miembros de la Iglesia»

Este martes ha tomado posesión de su cargo el nuevo decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas. Ángel Cordovilla es graduado en Estudios Eclesiásticos y doctor en Teología dogmática por la Universidad Gregoriana de Roma, asignatura que imparte en Comillas, donde es profesor desde hace 22 años.

¿Cómo recibe este nombramiento como decano de una Facultad de Teología de tanta raigambre como es la de Comillas?
Recibo este nombramiento con alegría, precisamente porque una universidad con esta tradición confía en mí para esta tarea. Lo vivo con una gran ilusión, y por supuesto con mucho agradecimiento.

¿En qué elemento de la teología están puestos los acentos en la Iglesia hoy?
Los acentos fundamentales los está marcando el pontificado del Papa Francisco, y sobre todo la profundización en qué significa que la Iglesia sea la totalidad del pueblo de Dios. Aquí se incluye la necesidad de la misión, la importancia de la sinodalidad, y la corresponsabilidad de todos sus miembros. De cara hacia fuera, la teología ha de mostrar la pretensión de verdad del cristianismo, que la fe cristiana en el mundo de hoy tiene una significación relevante para el hombre contemporáneo.

¿La teología es solo para curas y religiosos? ¿Cómo nos podemos aprovechar de ella los laicos a la hora de vivir y comprender nuestra fe?
Es verdad que la teología está actualmente protagonizada sobre todo por sacerdotes y religiosos, pero la teología es para todo el pueblo de Dios, para todo miembro de la Iglesia. Según vamos creciendo en la conciencia de que todo miembro de la Iglesia es responsable de una misión, y que también le es otorgada la autoridad para la realización de esa misión, entonces es obvio que esa persona va a necesitar la formación teológica para estar a la altura.

¿Qué retos cree que afronta la universidad en general y Comillas en particular?
El reto fundamental sigue siendo el que tenía en su origen, que es la formación y la educación de los alumnos, ya sea en teología, ciencias humanas o ingenierías… A la vez, el segundo reto es generar pensamiento propio para ser significativos en la sociedad, y que las personas que la gobiernan tengan capacidad e iluminación para transformarla.