La sinodalidad llega a la curia de la archidiócesis de Madrid
El órgano de Asuntos Generales de la Curia Diocesana está formado por cinco personas: un obispo, tres sacerdotes y un laico, que mirarán la realidad «desde distintas ópticas para buscar el bien común»
El nuevo órgano de Asuntos Generales de la Curia Diocesana de la archidiócesis de Madrid es una respuesta directa a la petición que hizo el Papa Francisco en el documento final del Sínodo sobre la sinodalidad, donde especificaba la importancia de que este caminar juntos tuviese lugar en los diferentes niveles de la vida eclesial. No solo en los movimientos, en las congregaciones religiosas, en las parroquias o en los diferentes grupos de vida cristiana. También en las curias. Este órgano, perteneciente a la nueva estructura central de la Curia diocesana al servicio de la misión de la Iglesia en Madrid y presentada el pasado viernes, 21 de febrero, por el cardenal José Cobo, estará formado por cuatro sacerdotes, uno de ellos obispo, el nuevo vicario general, el auxiliar José Antonio Álvarez; Fernando Murga, nuevo moderador de Curia; el vicario judicial, Francisco Mora; el vicario Pastoral, José Luis Segovia, y un laico, el delegado episcopal de Economía y Administración General, José María Albalad. «Que esté formado por cinco personas nos ayuda a la hora de discernir, porque nos hace mirar la realidad desde distintas ópticas, buscando el bien común», asegura a Alfa y Omega el recién estrenado vicario general, quien sostiene que esta nueva estructura «responde a un deseo de la iglesia y de nuestro arzobispo de favorecer órganos de sinodalidad en la Curia al servicio de la misión de la diócesis, que es seguir transmitiendo la buena noticia del Evangelio». También se informó del nombramiento de Antonio García Hernanz como vicecanciller del arzobispado en sustitución de Eduardo Gonçalves, que asumirá otras responsabilidades.
Este nuevo Reglamento para el Personal de la Curia, que aprobará posteriormente el arzobispo tras pasar por los consejos pertinentes, contendrá las normas relativas a las competencias de los diferentes organismos, los procedimientos que se han de aplicar, las funciones y las actividades del personal que sirve en la Curia, desde el punto de vista organizativo, disciplinar y económico. De esta forma, los distintos organismos (vicarías, delegaciones, secretariados, departamentos, oficinas, etc.), aun respondiendo a sus propios fines y respetando las competencias de cada uno, mantendrán unidad y coordinación entre sí para impulsar una acción pastoral armónica, según las orientaciones diocesanas, que deben nacer siempre de la escucha y de la corresponsabilidad de todos los bautizados.
Todo ello figurará en el estatuto La Curia Diocesana y los órganos de la Sinodalidad al servicio de la misión de la Archidiócesis de Madrid, que recoge los principios generales, los detalles de la nueva estructura central de la Curia y los órganos de la Sinodalidad: el Consejo Episcopal, el Consejo Mixto, el Consejo Pastoral Diocesano, el Consejo Diocesano para Asuntos Económicos, el Colegio de Consultores, el Consejo Presbiteral y, en el ámbito parroquial, los Consejos de Pastoral y Económicos de cada comunidad.