La semana que nos cambió
Cualquier Jornada Mundial de la Juventud deja una profunda huella en todos los jóvenes que participan en ella. La JMJ Río de Janeiro 2013 no fue una excepción para varios jóvenes de Barcelona que han reflejado, en el video La juventud del Papa, la inolvidable experiencia que vivieron allí, junto al Papa y otros tres millones de jóvenes
Ha sido algo increíble y repetiría seguro; La gente necesita que vayamos a buscarlos; Una experiencia te da la vida a los que volvemos de allí; Lo vivimos todo con alegría; Ahora se tiene que notar que somos cristianos…: éste es el primer balance que han hecho, al llegar a España, varios jóvenes de la diócesis de Barcelona que fueron, con el grupo de la Conferencia Episcopal Española, a participar en la JMJ Río 2013. Antes de ir a Río, estuvieron siete días en la diócesis de Campo Limpo (Sao Paulo), y no han podido traer mejores recuerdos de las familias que los alojaron en sus casas, y de la acogida que les dieron allí los jóvenes de las parroquias de acogida. En el video La juventud del Papa cuentan que, al principio, les golpeó la apariencia de pobreza y de precariedad, así como las malas condiciones de las favelas que visitaron, pero allí se encontraron con la sorpresa que les tenía preparada el Señor: «Poco a poco, empezamos a sentirnos como en nuestra casa –cuentan en el video–. Ellos afrontan sus condiciones con una alegría y una esperanza increíbles, con ganas de tirar hacia delante, y hemos comprobado cómo la gente puede ser feliz con tan poco, viendo la presencia de Dios por todas partes, porque parece que el hombre, cuanto menos tiene, parece que más cerca está de Dios».
Con el Papa, y Cristo en el centro
Otro impacto positivo lo recibieron de la vitalidad y el entusiasmo de los jóvenes voluntarios brasileños que los recibieron, en las casas, en las calles y en las parroquias, con sonrisas, cantos y bailes: «Compartir con ellos la fe –revela un peregrino–, nos ha hecho darnos cuenta de que nos une algo que es más grande que nuestra propia vida». Y, sobre todo, música, mucha música, en una manera de vivir la fe que tienen los brasileños y que llamó mucho la atención de los peregrinos de la diócesis de Barcelona. La representación que prepararon para ellos los brasileños le hace recordar a una de las protagonistas del video lo que supone «alejarse de Dios y volverse a encontrar con Él. Es algo que tiene mucho que ver con mi historia de conversión personal, con lo que significa Dios para mí»; porque el poder de atracción del Señor sobre el corazón de los jóvenes es el mismo, tanto en Río de Janeiro como en Barcelona.
Después de Sao Paulo, los peregrinos llegaron a Río…, y continuaron las sorpresas, esta vez gracias a las palabras del Papa Francisco. «El Papa nos invitó a poner a Cristo en nuestra vida, de una manera muy cálida y muy cercana», cuenta uno de los jóvenes; mientras, otro sacó la certeza de que, «cuando pones a Cristo en tu vida, realmente eres feliz». Otro recalca que «el Papa está en nuestra onda. Nos ha insistido en que hay que prepararse y alimentar la fe día a día, porque, si no, te enfrías…». Son mensajes que han llegado al corazón de los jóvenes, y que ya han empezado a cambiar el mundo…, y también la diócesis de Barcelona, a la que pertenecen los jóvenes del video. Porque, como afirma uno de ellos, la JMJ ha sido «una experiencia que no te deja indiferente, que marca un antes y un después en tu vida. Esa semana nos cambió a todos».