La Santa Iglesia Catedral de Burgos celebra el aniversario de su dedicación
La diócesis celebra este lunes la dedicación de la Santa Iglesia Catedral, un templo que además de cumplir su función religiosa, se ha convertido en el símbolo de Burgos. Recordamos como empezó su historia, cuando comenzó a construirse en 1221 por orden del rey san Fernando, y qué elementos le ha llevado a ser reconocida como monumento perteneciente al Patrimonio de la Humanidad
Partiendo de la iniciativa del rey san Fernando, el 20 de julio de 1221 empezó la construcción de la catedral de Burgos, recibiendo la primera piedra ese día y comenzando entonces un proceso evolutivo dividido en dos épocas.
En un primer momento, denominado Primer Gótico, la catedral queda prácticamente construida desde esa fecha hasta 60 años después, concluyendo la realización de toda la catedral con sus capillas absidiales. En este periodo de construcción, lo más destacado es la estructura interior (aunque posteriormente se llevará a cabo algunas remodelaciones) y la portada de Sarmental, sin olvidar tampoco la portada Principal y la portada de la Coronería. Se trata por entonces de un templo que toma como modelo las catedrales francesas, único en España.
La segunda época, -Segundo Gótico o Último Gótico- destaca por la construcción de las agujas de la catedral a través de Juan de Colonia, además del cimborrio primitivo y la capilla de los Condestables. Estos tres elementos suponen el segundo gran empuje para que la catedral quede completa.
Y respecto al cimborrio, unos pequeños detalles: el original era muy similar a una especie de aguja, pero en marzo de 1539, pero debido al exceso de peso que tenía sobre la primera estructura gótica, se derrumba. Al día siguiente ya el Concejo toma la decisión junto con el Cabildo de reconstruirlo, y en 60 años está prácticamente terminado, pero este cimborrio no será como el anterior, sino de estilo renacentista, y lo realizará Juan de Vallejo. El claustro a nivel bajo y nivel alto vendrá a completar la catedral a durante el siglo XIII, además de llevarse a cabo varios cambios en las capillas.
Patrimonio de la Humanidad
En 1984, la catedral de Burgos fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Pero, ¿qué ha de tener una iglesia o templo para recibir este reconocimiento? «Tiene que tener algo único, algo que le diferencie respecto a otros monumentos», explica Juan Álvarez Quevedo, delegado diocesano de patrimonio.«En el caso de la catedral, es la única en seguir el modelo francés en la primera mitad del siglo XIII. Además, se incluyen una serie de obras destacables desde el punto de vista de la pintura y la escultura. Es decir, no sólo se valora el edificio, sino también el contenido. Contiene unos retablos extraordinarios de Gil de Siloé, el retablo de Santa Ana y el retablo de las Vírgenes situado en la capilla de los Condestables. También contiene otra serie de retablos realizados por Felipe de Vigarny, los hermanos Rodrigo Martín de la Haya, Juan de Vallejo, además de una colección de importantes pinturas de finales del siglo XV y de influencia flamenca. A todo esto hay que añadir una serie de obras de orfebrería e imaginería, como las custodias, la cruz procesional o algún relicario, y que constituyen todo el conjunto artístico de la catedral que permiten esa valoración para ser declarada Patrimonio de la Humanidad».
La catedral celebra este lunes su «cumpleaños» recordando aquel 20 de julio de 1221, y lo hace con el toque de las campanas y una misa conventual, además de estar presente en la oración de los fieles, que recuerdan en este día a la Iglesia Madre, significada en este impresionante monumento que recibe cada año a unos 350.000 visitantes. Tal vez por esto debería reivindicarse una celebración que vaya más allá de lo religioso para incluir también un plano más institucional, pues además de un templo para el culto, la catedral de Santa María de Burgos es, por excelencia, el símbolo de la ciudad.