La próxima beata Guadalupe Ortiz de Landázuri reposará en el Real Oratorio del Caballero de Gracia
La inhumación tendrá lugar después de una Eucaristía en el templo madrileño que presidirá a las 12:15 horas el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino
Los restos mortales de la madrileña Guadalupe Ortiz de Landázuri, que será beatificada tras la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión, reposarán desde este viernes 5 de octubre en el Real Oratorio del Caballero de Gracia de Madrid.
Hasta ahora, Guadalupe se encontraba en Pamplona, donde falleció en 1975, y tras la aprobación de la Congregación de las Causas de los Santos, los restos de la química e investigadora reposarán en el céntrico templo madrileño.
La inhumación tendrá lugar después de una Eucaristía en el Real Oratorio (Calle del Caballero de Gracia, 5) que presidirá a las 12:15 horas el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino.
La Misa estará concelebrada por el vicario del Opus Dei en España Ramón Herrando; y por los vicarios de la institución para Madrid, Pedro Álvarez de Toledo y José Javier Marcos. También concelebrará el rector del templo, Juan Moya; el delegado de las Causas de los Santos del Arzobispado, Alberto Fernández; el vicepostulador de la Causa, José Carlos Martín de la Hoz, y el sobrino nieto de Guadalupe Ortiz de Landázuri, Luis Cruz.
«Dios me hablaba a través de aquel sacerdote»
La próxima beata española nació en Madrid en 1916 y estudió Ciencias Químicas en la Universidad Central de la capital —fue una de las cinco únicas mujeres de su promoción—. Pero antes de poder acabar la carrera estalló la Guerra Civil, en la que su padre fue fusilado. En las horas previas a la ejecución, Guadalupe confortó a su progenitor, que era militar, y una vez consumado el asesinato, perdonó a los responsables.
Al acabar el conflicto bélico, Ortiz de Landázuri terminó la carrera universitaria y se convirtió en profesora de Física y Química en el colegio de las Irlandesas y en el Liceo Francés de Madrid. En 1944 se hizo miembro del Opus Dei tras conocer a san Josemaría Escrivá, fundador de la institución. «Tuve la sensación clara de que Dios me hablaba a través de aquel sacerdote», dijo años más tarde la próxima beata.
Ya como miembro del Opus Dei, Ortiz de Landázuri trabajó en Madrid, en Bilbao, y en 1950 se trasladó a México, donde inició el trabajo apostólico del movimiento fundado por Escrivá de Balaguer. Alentadas por Guadalupe, varias de sus amistades impulsaron en el país norteamericano un centro de capacitación humana y profesional para campesinas, situado en una zona rural del Estado de Morelos, así como diferentes actividades de promoción humana y cristiana.
Guadalupe permaneció en México hasta 1956, año en el que se trasladó a Roma. En la ciudad eterna colaboró con san Josemaría en el gobierno del Opus Dei pero, por motivos de salud, tuvo que regresar a España dos años después. Falleció con fama de santidad en Pamplona en el día del Carmen de 1975, apenas 15 días después que san Josemaría. Tenía solo 59 años.