Ricardo Nandwani: «La persona tiene que ser el centro de la empresa»
Empresario vocacional desde pequeño, Ricardo Nandwani recalca la importancia de que «cada persona aporte en su trabajo, de tal manera que lo sienta como algo propio». Como cristiano trata de llevar a su empresa valores como «la confianza, el espíritu de servicio, la transparencia o el entusiasmo», algo que le ha valido el reconocimiento del sector. Y deja claro un mensaje: es fundamental «ayudar a los demás, con una actitud de servicio y entrega, con honestidad, buscando siempre el bien común»
¿Cómo llegó al mundo de la empresa? ¿Es vocacional?
Mi trabajo como empresario es totalmente vocacional. Desde pequeño siempre he querido parecerme a mi padre, que tenía su propio negocio. Actualmente, para mí, es una forma muy satisfactoria de desarrollar plenamente mis capacidades como profesional.
¿Qué ha significado para usted su elección como presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios?
Lo primero, es todo un honor sentir que todo un equipo de compañeros, socios y gente cercana haya confiado en mí para esta gran labor que es representar a los jóvenes empresarios. En mi día a día, significa dedicar menos tiempo a mi empresa, organizándola para asumir la dirección y representación de la asociación, de manera totalmente altruista. Y como persona, poder llevar al ámbito profesional y social los valores que me han inculcado desde pequeño: ayudar a los demás, con una actitud de servicio y entrega, con honestidad, confiando en el buen hacer de mi equipo del que me siento orgulloso (todos muy buenos profesionales y, más aún, buenas personas), buscando siempre el bien común, y con la responsabilidad que exige el cargo.
El emprendimiento también es un valor cristiano. ¿Se debería enseñar en los colegios?
El Papa ha hablado y escrito en muchas ocasiones sobre la necesidad de que cada persona aporte en su trabajo, de tal manera que lo sienta como algo propio, como creador, en la búsqueda de la dignidad y realización en el trabajo. Y por supuesto que el emprendimiento debería enseñarse en los colegios. De hecho en los últimos años he conocido algunas iniciativas promovidas por distintas instituciones de Málaga, fomentando la cultura emprendedora en colegios. Hacen falta más iniciativas de este tipo.
El Papa también ha denunciado que el centro de la economía sea el beneficio económico, no la persona.
Poner a la persona en el centro de la empresa es lo más importante, ayudar al crecimiento personal de los propios trabajadores y trabajar para conseguir una sociedad más próspera no solo en bienestar sino también en valores. Está demostrado que tener empleados felices tiene un valor incalculable no solo para la empresa, sino para la propia sociedad.
La esperanza, en estos tiempos que corren, es muy importante para ser empresario, ¿no cree?
La esperanza es necesaria en todos los ámbitos de vida. Y para un empresario es fundamental, tanto al comienzo de su actividad, cuando muchas veces es necesario tener resiliencia y visión de futuro para que su proyecto dé fruto, como en empresas más consolidadas que pasan momentos de incertidumbre.
¿Qué otros valores trata de llevar al mundo de la empresa?
La confianza, el espíritu de servicio, la transparencia, el entusiasmo a la hora de emprender o trabajar, compartir ideas o conocimiento y, sobre todo, promover el crecimiento personal y en los propios valores.
De padre hindú y madre malagueña, Ricardo Nandwani (Málaga, 1980) es cofundador de Gestiona Consultores y Aticco Software, empresas dedicadas a la asesoría y a la transformación digital de las empresas. Feligrés de la parroquia San Antonio M.ª Claret, desde el mes de mayo es el nuevo presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Málaga.