La persecución religiosa pone en el punto de mira a las mujeres
La organización Puertas Abiertas ha documentado casos de violencia sexual contra mujeres y niñas cristianas en el 90 % de los 50 primeros países de la Lista Mundial de la Persecución
Las mujeres de todo el mundo también sufren desigualdad en el ámbito de la libertad religiosa. Así lo afirma la organización Puertas Abiertas que este martes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, ha dado a conocer el Informe de persecución por razón de sexo 2022. En él se denuncia que la violencia sexual, los matrimonios forzados y la trata de personas son las principales armas de la persecución religiosa que padecen las mujeres y las niñas en todo el planeta.
Mientras la persecución religiosa contra los hombres se materializa «en una violencia concreta y visible», en el caso de las mujeres se implementan «formas de persecución más complejas y encubiertas», explican desde la entidad. El objetivo de la persecución contra hombres y niños es «anular su papel mediante la violencia severa e incluso letal». A las mujeres se les convierte en «objetos sexuales y trasmisoras de la vergüenza».
Se han documentado casos de violencia sexual contra mujeres y niñas cristianas en el 90 % de los 50 primeros países de la Lista Mundial de la Persecución, elaborada también por Puertas Abiertas.
«La persecución religiosa específica por razón de sexo no es estática, ciertos contextos y eventos pueden exacerbarla como ha sucedido recientemente con la ocupación de Afganistán por parte de los talibanes, el auge del narcotráfico e incluso la pandemia de la COVID-19. Ahora nos preocupa en especial la violencia que puede desencadenarse contra la población cristiana en Ucrania, tras los precedentes que hemos visto en las regiones ocupadas por Rusia», señala Ted Blake, director de Puertas Abiertas España.
Más de 80.000 personas de todo el mundo han firmado una petición a través de Amnistía Internacional para pedir a la comunidad internacional que defienda los derechos de las mujeres en Afganistán y exija responsabilidades a los talibanes por su implacable supresión de los derechos de las mujeres y las niñas.
«En los últimos seis meses, los talibanes han discriminado sistemáticamente a las mujeres y las niñas introduciendo políticas que han restringido gravemente la libertad de circulación y expresión de las mujeres y socavado el acceso de las niñas a la educación y el empleo. En sólo medio año han minado dos décadas de contribuciones de las mujeres al país», ha declarado Yamini Mishra, directora regional para Asia Meridional de Amnistía Internacional. La entidad ha entregado las firmas a distintos gobiernos de todo el mundo.
La caída del régimen talibán en 2001 dio paso a importantes mejoras en los derechos de las mujeres. En los últimos veinte años, unos 3,3 millones de niñas han conseguido acceder a la educación, y las mujeres han podido participar activamente en la vida política, económica y social del país. Pero ahora, mientras en el mundo se celebra el Día Internacional de la Mujer, las mujeres y las niñas afganas no pueden ejercer plenamente sus derechos humanos, sino que sufren la ilimitada opresión de los talibanes.