La Permanente de la CEE clama por la paz en Gaza: «Es imprescindible parar la guerra» - Alfa y Omega

La Permanente de la CEE clama por la paz en Gaza: «Es imprescindible parar la guerra»

Los prelados han aprobado una declaración institucional sobre Gaza en la que la CEE pide también «liberar a los rehenes» y «condenar el terrorismo»

José Calderero de Aldecoa
García Magán, a la izquierda, durante la rueda de prensa
García Magán, a la izquierda, durante la rueda de prensa. Foto: José Calderero de Aldecoa.

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, en su reunión 271 celebrada los días 30 de septiembre y 1 de octubre, ha hecho pública una declaración institucional sobre la masacre de Gaza en la que llama al fin de la violencia.

«Uniéndonos al Papa León XIV, a las víctimas de la violencia y a tantos hombres y mujeres de buena voluntad, clamamos por la paz en Gaza, así como en Ucrania, Sudán, Myanmar, región del Sahel, Haití, Nigeria y otros países y zonas del mundo que están en guerra». Lo ha dicho César García Magán, secretario general de la CEE, durante la rueda de prensa celebrada este jueves al final de la reunión de obispos.

A juicio de los prelados, «es urgente, como creyentes seguir orando». Y, «como ciudadanos, mantener un posicionamiento moral y político que se una a la palabra del mismo Dios para gritar: ¡no matarás!».

En este sentido, han asegurado que «ningún fin justifica nunca el empleo de medios perversos como el terrorismo de Hamás». También han apuntado a Israel. Hablan de «masacre» y de la «respuesta desproporcionada e inhumana» a la que el Gobierno israelí «está sometiendo a la población civil de Gaza por los crímenes execrables cometidos el 7 de octubre».

Por todo ello, «es imprescindible parar la guerra, liberar a los rehenes, condenar el terrorismo», así como «edificar unas relaciones entre las personas y los pueblos desde el respeto a la dignidad sagrada de la vida humana, la legalidad internacional y la búsqueda del bien común».

La declaración, leída por el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, concluye alentando cualquier iniciativa «para lograr la paz» y asegurando que «ante tanto sufrimiento provocado injustamente no podemos permanecer indiferentes».