La parroquia Santa Teresa y Santa Isabel le arrebató la plaza al pintor Joaquín Sorolla - Alfa y Omega

La parroquia Santa Teresa y Santa Isabel le arrebató la plaza al pintor Joaquín Sorolla

Esta parroquia, la iglesia de Chamberí, nació gracias a las corridas de toros y a las obras de teatro organizadas por los vecinos para su construcción

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
En Madrid se la llama plaza de Iglesia.
En Madrid se la llama plaza de Iglesia. Foto: Wikimedia Commons / Panek.

Pocos madrileños conocen la glorieta del Pintor Sorolla de esa manera. La mención al genial artista valenciano ha sido sustituida en el acervo popular por el de «plaza de Iglesia». Así queda recogido incluso en el nombre de la estación de Metro situada en este enclave. 

Los vecinos tuvieron mucho que ver en su nacimiento, ya que fue promovida en 1839 por una asociación religiosa de familias de la zona denominada Santa Teresa y Santa Isabel. Deseosas de contar con una nueva parroquia para atender las necesidades espirituales de la entonces nueva barriada conocida como Chamberí, organizaron hasta corridas de toros y funciones de teatro para recaudar fondos. 

El templo abre muchas horas para todo el que quiera entrar.
El templo abre muchas horas para todo el que quiera entrar. Foto: Parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel.

Finalmente, gracias también al patrocinio de la Corona, del Gobierno y del Arzobispado de Toledo —aún no se había creado la diócesis de Madrid-Alcalá—, la primera piedra se colocó el 22 de octubre de 1842. 14 años después tuvo lugar la consagración del nuevo templo, al que se quiso añadir una escuela y un pequeño hospital. Todo ello fue posible gracias a la colaboración desinteresada de multitud de personas, que no solo aportaron su dinero, sino que también llegaban a la obra con ladrillos, hierros y otros materiales para su construcción.  

Hoy este barrio es uno de los más acomodados de Madrid. En él viven vecinos de clase media alta, y también muchos jóvenes por la proximidad de las residencias de estudiantes. «Sales del metro y te das con el edificio, es inevitable pasar en algún momento por aquí. Y por eso entra mucha gente de paso», cuenta Carlos Nerón, párroco de Santa Teresa y Santa Isabel, que desvela también que, «al estar cerca el consulado de Venezuela, siempre hay venezolanos por el templo». 

Durante la adoración a la cruz un Viernes Santo.

Durante la adoración a la cruz un Viernes Santo. Foto: Parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel.

La suya está, «como tantas parroquias del centro» de la capital, muy volcada «sobre todo en los sacramentos». De hecho, la iglesia acoge seis Misas diarias y siete los domingos, «con una afluencia alta de fieles». A ello se añaden «muchas horas de confesionario», algo que atrae a bastante gente de fuera del barrio. Alrededor de ella orbitan también varias realidades de la vida consagrada en Madrid, como las Esclavas del Sagrado Corazón, que tienen un colegio en la zona. Entre las comunidades de religiosas están, asimismo, las marianistas, las trinitarias, las Misioneras Hijas del Calvario y las Hijas de la Caridad, que regentan en la calle de Martínez Campos un comedor con mucha raigambre en la ciudad.

Abierta a la plaza

«Los sacerdotes las ayudamos cuando nos llaman para echar una mano. Algunas religiosas también colaboran en la pastoral de la parroquia. Hay una relación muy fluida», atestigua Nerón. De ello es muestra, por ejemplo, la reciente colaboración que pidieron a los feligreses las Misioneras Hijas del Calvario, en apoyo de un colegio que dirigen en Jerusalén con niños y niñas palestinos de distintas creencias religiosas.

La Virgen del Carmen en una procesión.
La Virgen del Carmen en una procesión. Foto: Parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel.

Por lo demás, esta comunidad cuenta con la oferta habitual de muchas otras: catequesis de niños y adolescentes, grupos de matrimonios, otro de jóvenes que se está formando, catecumenado de adultos, Vida Ascendente, clases de Biblia… En cuanto a la labor de Cáritas, «por el perfil del vecindario no es comparable a la que se hace en otras zonas de Madrid, pero vienen igualmente muchos a pedir atención». A todos se le ofrece el resultado de la operación kilo de alimentos, medicinas, asesoramiento legal para la regularización de los papeles en España «y una ayuda económica si se puede». Por todo ello, Carlos Nerón destaca que Santa Teresa y Santa Isabel «es una parroquia muy acogedora y muy viva», cuya imponente presencia en la plaza a la que se asoma «ya es una invitación a entrar a todo el que pasa».