La pandemia agrava en un 15 % la pobreza infantil en el mundo
Este sábado, Día Universal de la Infancia, organizaciones católicas alertan de los riesgos de exclusión que sufren los niños y adolescentes
Además de las cinco millones de muertes y los incontables daños sanitarios en todo el mundo, la pandemia de COVID-19 ha contribuido a incrementar en un 15 % la pobreza infantil, asegura Misiones Salesianas. El dato resuena con especial importancia este sábado, Día Universal de la Infancia. La organización advierte de que todos los indicadores sobre el bienestar de los niños han empeorado desde la aparición del virus hace casi dos años: más de 250 millones de niños no van a la escuela, más de 164 millones tienen que trabajar, se prevén más de 100 millones de matrimonios infantiles antes de que finalice la década, más de 140 millones de menores viven en hogares pobres, más de 100 millones viven en la calle… «Más pobreza, más hambre, menos niños y niñas en la escuela, más trabajo infantil, más matrimonios de menores, menos salud, menos protección… en definitiva, una infancia más vulnerable. Es lo que ha pasado en este tiempo de pandemia», explica Ana Muñoz, portavoz de la entidad salesiana.
Por este motivo, la institución ha lanzado la campaña Infancias Perdidas. «Nuestro compromiso es precisamente con todos esos niños que no tienen infancia, que no nacen en el lado bueno del mundo y que no cuentan con oportunidades», señala Muñoz. «Con esta campaña queremos seguir apoyando a los menores que viven en las calles, los niños refugiados, los menores no acompañados en las fronteras… Los misioneros salesianos en todo el mundo trabajan para mejorar la vida de estos niños y niñas, darles una educación de calidad, acompañarlos, darles apoyo y hacerles los protagonistas de sus vidas», afirma.
Uno de cada cuatro niños españoles, en riesgo
Cáritas también reclama una mayor protección de la infancia en riesgo. Su delegación en Valencia cita el informe Análisis y Perspectivas 2021 de la Fundación Foessa, que asegura que la exclusión severa en España casi se duplica en los hogares formados por parejas con hijos frente a los compuestos por parejas sin hijos, y que tanto las familias numerosas como las monoparentales duplican las tasas de exclusión con respecto al conjunto de la población.
España sufre una tasa de pobreza infantil del 27,4 %, una de las más altas en el ámbito europeo después de Rumanía y Bulgaria. Esto se traduce en que más de dos millones de niños se encuentran en esta situación, es decir, uno de cada cuatro niños.
El 30 % de las personas beneficiarias de las acciones de las Cáritas parroquiales en Valencia son menores de edad (16.119 niños y adolescentes en total). Además, en 2020, 914 niños y adolescentes participaron en las actividades de los 39 proyectos de infancia y adolescencia y cuatro de familia diseminados por todo el territorio de la diócesis valenciana y en el Centro de Día Manantial de Burjassot, que forma parte del servicio público de Servicios Sociales de la Generalitat Valenciana mediante concierto con la Conserjería de Igualdad y Políticas Inclusivas.
También forma parte del servicio público de Servicios Sociales el Hogar Mare de Déu dels Desemparats i dels Innocents, en el que residieron un total de 43 menores en su primer año completo de funcionamiento (2020). Del mismo modo, el Programa de Intervención familiar en el Hogar acompañó el ejercicio pasado a 45 menores de edad y a sus familias.
El Papa tilda la pobreza infantil de «lacra»
Este viernes, 19 de noviembre, el Papa Francisco denunció la «lacra» de la explotación infantil, que consideró una violación contra la dignidad humana, y pidió a todos los actores sociales que trabajen para erradicar sus causas. «La forma en que nos relacionamos con los niños, la medida en que respetamos su dignidad humana y sus derechos fundamentales expresan qué tipo de adultos somos y queremos ser y qué tipo de sociedad queremos construir», aseguró el Pontífice al recibir en el Vaticano a los participantes de la Conferencia Internacional Erradicar el trabajo infantil, construir un futuro mejor.
Francisco tildó de «chocante y preocupante» que en las economías actuales siga existiendo «el empleo de niños en actividades laborales» y denunció que la pandemia ha agravado aún más la situación. Condenó «la explotación de los niños en los procesos de producción de la economía globalizada para el beneficio y la ganancia de otros» y como esto supone «la negación del derecho de los niños a la salud, la educación y el crecimiento armonioso, incluida la posibilidad de jugar y soñar».
El Papa señaló que no hay que confundir el trabajo infantil con las pequeñas tareas domésticas que realizan los niños para ayudar, según su edad, pues «estas actividades suelen ser beneficiosas para su desarrollo, ya que les permiten poner a prueba sus habilidades y crecer en conciencia y responsabilidad».