La ONU pide seguridad para los excombatientes y los líderes sociales en Colombia
Durante 2020, han sido asesinados 73 excombatientes de las FARC y 42 líderes sociales y activistas de derechos humanos
«Las FARC llegaron a ser una fuerza armada que venció en batalla al Ejército colombiano, y se llevaba secuestrados grupos de hasta 300 militares. El hospital militar, aquí en Bogotá, estaba todo el tiempo lleno de hombres heridos. Las cifras eran impresionantes», asegura el jesuita Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, a este semanario. Pero todo eso se acabó. «El hospital, por ejemplo, no tiene más de 10/12 hombres heridos. Los colombianos ya tienen la posibilidad de salir a sus fincas sin miedo a ser secuestrados. Uno se puede mover por el país con total tranquilidad. Esto es un cambio muy sensible y real. Ha crecido el turismo…», añade.
El conflicto armado, si bien no ha desaparecido del todo debido a grupos de disidentes que han retomado las armas, en líneas generales se ha reducido drásticamente, como apunta De Roux. También las Naciones Unidas –que acaba de publicar un informe al respecto– reconoce la reducción en los niveles de violencia, los avances en la justicia y la implementación de los programas de desarrollo.
Garantizar la seguridad
Sin embargo, todavía quedan retos para que la paz sea total en el país latinoamericano. Según el secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, la prioridad para el año 2021 debe ser garantizar la seguridad de los excombatientes, de las comunidades afectadas por el conflicto, de los líderes sociales y delos defensores de los derechos humanos.
La Misión de Verificación de la ONU en Colombia ha dado fe de 248 asesinatos de ex integrantes de las FARC-EP, 73 de ellos en 2020. También recibió información sobre 42 asesinatos de líderes sociales y activistas de derechos humanos y trece masacres. «Es una situación penosa», clama el sacerdote jesuita, que añade a la lista «los problemas no resueltos de la guerrilla ELN –aunque la Iglesia está haciendo una gran labor para tratar de lograr pronto una salida negociada–» y «el tema del narcotráfico», que «hoy lo penetra todo y tiene mucho que ver con no solucionar el problema campesino en Colombia».
Cinco puntos de atención urgente
Además de la seguridad, el secretario General de las Naciones Unidas señala otros cuatro puntos «que deben atenderse sin dilación», aseguran desde la ONU. Guterres pide asegurar que el proceso de reincorporación de excombatientes a la sociedad y al mercado sea sostenible; aboga por la presencia integral del Estado como condición para una paz duradera y para el desarrollo sostenible; insta a reforzar el diálogo constructivo entre las partes a través de los mecanismos estipulados en el Acuerdo de Paz; llama a fortalecer las condiciones para la reconciliación valiéndose del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición; y del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia.
Es más importante que nunca, concluye Antonio Guterres «que todas las personas involucradas en el conflicto reconozcan sus responsabilidades” y que todas las instituciones cooperen plenamente con el sistema, además de que la sociedad colombiana en su conjunto apoye el sistema para lograr la reconciliación».