«La OMS está enferma» por promover que se legalice el aborto sin límites

«La OMS está enferma», denuncia Julio Tudela, del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia. «Resulta difícil de explicar» que esta entidad, «organismo internacional referente en el establecimiento de políticas dirigidas a preservar y promover la salud de la población, defienda sin ambages el exterminio de la población más vulnerable, los no nacidos, a través del aborto sin límites».

El experto ha respondido al documento de directrices sobre el aborto publicado por la OMS el 9 de marzo. En él se recomienda que se despenalice esta práctica sin plazos y se elimine cualquier obstáculo para acceder a ella, ya que «el acceso al aborto seguro es fundamental para la salud de las mujeres y las niñas».

La entidad apoya, por ejemplo, la limitación de la objeción de conciencia de los sanitarios, la eliminación de los tiempos de espera obligatorios. Rechazan también que se pida la autorización de otras personas, por ejemplo los padres de las menores. Y pide el acceso a píldoras abortivas a través de la atención primaria. Muchas de estas medidas están incluidas en el nuevo proyecto de modificación de la Ley del Aborto en España que promueve el Ministerio de Igualdad.

Aborto no es salud

Tudela critica que la agencia no solo defiende el aborto, sino que lo «promueve, supeditando la concesión de ayudas a la aceptación de sus postulados contra la vida». Escudándose en el alto número de abortos no seguros en numerosos países, la OMS se compromete a apoyar a todos los países interesados en aplicar sus recomendaciones.

«Abortar no promueve la salud en ningún caso», denuncia el experto. Es más, «no es posible la salud, que el organismo debe defender, sin la vida. Los no nacidos también tienen derecho a la salud, por lo que, primero, tienen derecho a la vida». Y se pregunta «cómo es posible apoyar políticas promotoras de salud con una mano y utilizar la otra en procedimientos homicidas dirigidos contra los más desvalidos, los más indefensos».

Además, añade, «el aborto lesiona la salud de la mujer que aborta. La incidencia de trastornos posteriores a un aborto ha sido evidenciada por numerosos estudios, máxime cuando el aborto es reiterado». La balanza no se inclina a favor del aborto ni siquiera en el caso de las adolescentes. En ellas, acabar con el hijo que esperan «no contribuye a promocionar su salud, sino todo lo contrario, según se muestra en otros trabajos».

Pendiente deslizante

Tudela subraya el contraste de la actualidad con las primeras defensa del aborto, cuando se apelaba «a la necesidad de evitar que niños gravemente enfermos pudieran nacer o que sus madres fueran expuestas a embarazos de alto riesgo». Ahora,s in embargo, «la propia OMS quiere extender el aborto a todo el tiempo de embarazo, a todos los casos, sin límites, con ayudas, sin que los sanitarios puedan objetar en conciencia».

Es un ejemplo más de «la pendiente deslizante». La «enfermedad» de la OMS es «contagiosa». Y contra ella «debemos protegernos diciendo la verdad, mostrando la evidencia y defendiendo a los más débiles».