La nueva evangelización, desde el confesionario

«La nueva evangelización comienza también en el confesionario; parte del misterioso encuentro entre la inagotable pregunta del hombre y la misericordia de Dios, única respuesta adecuada a la necesidad humana de infinito». Lo afirmó el Papa el pasado 9 de marzo, ante 1.300 sacerdotes y diáconos que participan en el Curso sobre el fuero interno, que organiza cada año la Penitenciaría Apostólica.

En este mismo sentido, subrayó que «la conversión real de los corazones» es «el motor de toda reforma, y se traduce en una verdadera fuerza evangelizadora. (…) Sólo quien se deja renovar profundamente por la gracia divina puede llevar en sí mismo la novedad del Evangelio y, por tanto, anunciarla». Si los fieles experimentan realmente la misericordia de Cristo, «se convertirán en testigos creíbles de esa santidad que es la finalidad de la nueva evangelización».

Ser conscientes de esto, añadió, «adquiere aún mayor relevancia» para los sacerdotes. «El ministro del sacramento de la Reconciliación colabora con la nueva evangelización renovando él mismo, en primer lugar, la conciencia de su propio ser penitente y de la necesidad de acercarse al Perdón sacramental». Concluyó deseándoles «que la novedad de Cristo sea siempre el centro y la razón de vuestra existencia sacerdotal».