La nueva curia de Burgos: laicos, sacerdotes y consagrados trabajarán en equipo
Tres años después de su llegada, Mario Iceta ha reconfigurado la curia pastoral de la archidiócesis en clave de sinodalidad
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha reconfigurado la curia pastoral de la archidiócesis de tal modo que la palabra clave será la sinodalidad y una forma de trabajo en la que tendrá cabida la visión de las distintas vocaciones eclesiales.
A partir de ahora, cada delegación o departamento diocesano deberá contar con un equipo de trabajo, con la presencia de laicos, sacerdotes y consagrados, y elaborar planes de acción siguiendo las directrices del plan diocesano de pastoral, ha informado la diócesis.
Dentro de estos cambios, la vicaría de Pastoral tendrá un papel destacado. Se ha creado dentro de ella un equipo de trabajo específico. «En él se integrarán algunos delegados o responsables de las diferentes áreas pastorales y a ellos corresponderá la animación y vertebración del trabajo compartido entre las distintos organismos», ha subrayado la Iglesia de Burgos.
Los cambios, que entrarán en vigor a partir de septiembre de la mano de un nuevo plan pastoral para los próximos cuatro años, surgen tras las propuestas de la última Asamblea Diocesana, y después de varias reuniones de trabajo entre el Consejo Diocesano de Pastoral, el Consejo Episcopal y las delegaciones existentes hasta la fecha.
La reconfiguración se produce casi tres años después de la llegada de Mario Iceta a la archidiócesis de Burgos. Todo este tiempo ha mantenido en su cargo a los responsables de las delegaciones y secretariados, a excepción de los nombramientos de los delegados de Pastoral Obrera y Pastoral Penitenciaria. Ahora, sin embargo, Iceta «podrá designar nuevos responsables», concluye la nota de Burgos, que también subraya el agradecimiento del arzobispo por la «dedicación generosa de cada uno de los delegados o secretarios anteriores, así como sus aportaciones para la reestructuración actual».