La monja que venció a los franceses en la batalla de Fuenterrabía - Alfa y Omega

La monja que venció a los franceses en la batalla de Fuenterrabía

La Delegación de Cultura de Getafe recuerda a la madre María Evangelista, religiosa a la que se atribuye la victoria sobre las tropas francesas en la batalla de Fuenterrabía en el siglo XVII

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

«Señor almirante, ea, ¡no hay qué temer! Que la victoria hemos de alcanzar, que anda por acá la venerable madre María Evangelista»: con esta frase animó el padre Lucas Guadin al almirante de Castilla ante la batalla del sitio de Fuenterrabía, por la que las tropas españolas vencieron a las francesas en 1638. Las crónicas de la época la sitúan luchando junto a los soldados, aunque lo más probable es que su combate lo entablara con la oración y el ayuno desde el convento.

«Madre María Evangelista es una de la místicas más desconocidas de nuestra historia», afirmó este miércoles Jesús Folgado, delegado de Cultura de la diócesis de Getafe, durante un encuentro sobre La novela religiosa en tiempos poscovid organizado por la Delegación.

En él, sor María José Pascual, cisterciense del monasterio de Casarrubios, fundado por la madre María Evangelista, destacó su «gran fama de santidad en todos los lugares por los que pasó y entre todas personas que la trataron».

Señaló también «el amor inmenso a la Cruz» que caracteriza sus escritos, pues «es Dios quien la va iluminando a través de experiencias místicas y mociones». En sus escritos «la alusión a la Cruz es reiterada pero no machacona», y en ellos refleja «cómo Dios muestra alegría o tristeza», y habla «sobre todo de cómo Cristo muestra la ternura de Dios con el hombre a través de la Cruz», dijo la religiosa.

Por su parte, Nuria Sanz, autora de Cocinando el Cielo, biografía novelada de madre María Evangelista donde relata el entorno familiar, cultural y social en el que vivió la religiosa, contó «su desolación y los desiertos que atravesó», así como varios milagros que se le atribuyen «y la labor social que hizo con las niñas y jóvenes de Casarrubios».