La Merced Migraciones atendió en 2019 a más de 3.600 personas
Presenta, por primera vez de forma pública, su memoria de actividades: «Las necesidades no han disminuido en los últimos 30 años»
La Fundación La Merced Migraciones ha presentado este jueves, por primera vez de forma pública, su memoria de actividades, que muestra que en 2019 atendió a más de 3.600 personas en Madrid, Elche, Valladolid y Herencia (Ciudad Real), lugares donde está presente.
Según ha explicado su director, Luis Callejas, lo importante no son las cifras, sino los rostros de tantas personas y las historias de superación que han pasado por los diferentes proyectos. Personas e historias que tienen que ver con un proyecto migratorio, con dejar el país de origen para buscar una oportunidad en el nuestro.
De hecho, la memoria recoge el testimonio de Ousmane Bah, un joven de Guinea Conakry, acogido durante años por la fundación: «Ahora siento a La Merced como mi familia, me habéis acogido como a un hijo y siempre me habéis hecho saber que soy parte vuestra. Os quiero de todo corazón, muchas gracias por ayudarme a conseguir todo para vivir ahora esta nueva etapa y por todo lo que he aprendido».
Entre los proyectos, Callejas ha hablado de Puentes para la inclusión, una empresa de inserción que gestiona un aparcamiento en Madrid por el que, en 2019, pasaron siete personas con contrato de inserción y otras tres con contrato ordinario.
Nacida en el año 1987 como respuesta individualizada a tantas personas migrantes y refugiadas que llegaban a nuestro país, La Merced Migraciones constata hoy, más de tres décadas después, que «las necesidades no han disminuido», que hay que seguir apostando por «una casa abierta al mundo, siempre acompañando el latido de los tiempos y la situación de cada persona. Es urgente seguir trabajando para crear espacios donde las personas migrantes y refugiadas, que llegan a nuestro país, puedan sentirse seguras y empezar a recomponer su vida, tantas veces hecha pedazos».
Fratelli tutti
Durante su comparecencia, Callejas ha recordado el toque de atención que ha dado el Papa al ámbito de las migraciones con su nueva encíclica Fratelli tutti, donde recuerda que «los derechos no tienen vallas ni fronteras», así como la necesidad de remar todos juntos en una misma dirección, aparcando las diferencias para afrontar los desafíos que tenemos por delante y apostando por una «verdadera amistad social».