Queridos jóvenes:
Recibid un saludo gozoso cuando el Encuentro Europeo de Jóvenes está a las puertas. Entre el reconocimiento, la esperanza y la exhortación escribió el apóstol San Juan: «Os escribo, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al Maligno» (1 Jn. 2,14). La Palabra de Dios, interiorizada por la fe, tiene el poder de vencer al tentador y al pecado, de abrir el egoísmo y de llenar el vacío.
Santa Teresa de Jesús nos dirige un mensaje en el V Centenario de su nacimiento: «A tiempos recios amigos fuertes de Dios». A Ávila que con afecto y gratitud ha conservado la memoria de la Santa, como decimos los abulenses, nos convoca para enseñarnos con su vida y sus palabras a ser amigos fuertes de Dios. La mediocridad no llena el corazón; solo la decisión vigorosa colma de sentido la vida. Junto a ella aprendemos a responder con determinación humana y cristiana a los desafíos del momento, o con sus palabras, a los «tiempos recios». Lo difícil se afronta; de lo complicado no huimos. El Papa Francisco en diversas ocasiones ha hablado del cambio de época y no sólo de una época con muchos, profundos y rápidos cambios. Todos estamos inmersos en esta encrucijada que nos provoca en forma de cuestionamiento hondo, de conmoción de los mismos cimientos, de apremiante llamada a orientarse en la confusión, a no ser víctimas sino protagonistas de nuestra historia. Los jóvenes son como sismógrafos que detentan o barruntan los movimientos subterráneos, y al mismo tiempo dada la edad en que están fraguando su futuro, se sienten particularmente concernidos y afectados por la coyuntura actual.
Queridos amigos, el Encuentro de Jóvenes en Ávila nos ofrece la oportunidad de convivir, de rezar junto a una maestra singular en este quehacer cristiano básico, de celebrar festivamente los Sacramentos de la Iglesia, de escuchar, reflexionar y compartir el significado de la fe cristiana. Acudimos con ilusión a esta cita.