La marioneta Amal, símbolo de los niños refugiados, llega al Vaticano
Después de haber sido apedreada en Grecia, llega a Roma la propuesta de artistas y ONG para concienciar a los europeos de la situación de los refugiados
Este viernes ha llegado a Roma una marioneta de 3,5 metros de altura conocida como Little Amal –la pequeña Amal– símbolo de los niños refugiados del mundo.
La marioneta, obra de un grupo artistas europeos y turcos, con el apoyo de algunos ayuntamientos y ONG, representa a una niña refugiada que viaja sola y busca desesperadamente a su madre.
Partió el 27 de julio de la ciudad turca de Gaziantep, en la frontera con Siria, y desde allí recorrió Turquía en su camino hacia diversos países europeos: Grecia, Italia, Francia, Suiza, Alemania, Bélgica y el Reino Unido. En total serán 8.000 kilómetros en cuatro meses para concienciar a los europeos de la situación de los refugiados, en especial de los niños.
Amal, que hace unos días fue apedreada en la ciudad griega de Larisa por un grupo violento, se detiene este viernes en el Vaticano, donde será recibida por el cardenal Czerny, subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y por Benoni Ambarus, obispo auxiliar delegado para la Caridad y los Migrantes del mismo. Ellos la esperarán junto a la escultura itinerante Ángeles desprevenidos, ubicada en la plaza de San Pedro, informa Vatican News.
A continuación, se ofrecerá el testimonio de un niño refugiado acogido en un centro de Cáritas en Roma, y un grupo de jóvenes construirá y echará a volar una cometa, mientras otro grupo de scouts levantará una tienda, tal como hizo Abraham en Mambré en signo de acogida. El acto finalizará con una merienda ofrecida a todos los niños y la despedida de Amal, que continuará su viaje por Europa.
Amal, cuyo nombre significa esperanza en árabe, forma parte de una iniciativa que lleva por mensaje: «No nos olvides». El equipo que da vida a la marioneta está formado por diez titiriteros, dos de los cuales también son refugiados y están completando el viaje desde Siria al Reino Unido. «Nada más que el arte consigue desmaterializar las fronteras y despertar la empatía», explican Roberto Roberto y Ludovica Tinghi, dos de los impulsores de la iniciativa. «Su carga vital no tiene precio, ¿cómo no recibir a todos los Amal del mundo con los brazos abiertos?», preguntan.