La madre de Nancy hizo justicia para su hija - Alfa y Omega

La madre de Nancy hizo justicia para su hija

Manos Unidas colabora con la organización mexicana Kalli Luz Marina para brindar asistencia legal a las familias de víctimas de feminicidios

Ángeles Conde Mir
Algunas de las mujeres que pertenecen a la red Kalli Luz Marina
Algunas de las mujeres que pertenecen a la red Kalli Luz Marina. Foto: Kalli Luz Marina.

Irma tuvo incluso suerte. Suerte de pertenecer al escaso 1 % de familiares que reciben algún tipo de justicia, o más bien reparación, tras el asesinato machista de su hija Nancy en el estado mexicano de Veracruz. Así lo explica a Alfa y Omega, Elizabeth Guevara Mitzi, la abogada que asistió a la familia a través de la organización civil Kalli Luz Marina, cuya misión es construir una sociedad donde las mujeres indígenas sean respetadas en todos sus derechos.

A Irma y a Elizabeth les ha costado cuatro duros años obtener «la tranquilidad de que el agresor Nancy haya sido detenido y sentenciado a 55 años de cárcel». En 2019, con solo 19 años, Nancy Zepahua fue asesinada por su pareja, Fabián, con quien tenía una hija. Nancy se había separado de él y vivía en casa de su madre, pero una noche el agresor apareció en su puerta para intentar que ella y su hija volvieran. Nancy fue hallada muerta después en el fondo de un barranco. Los hechos sucedieron en Zongolica, en el estado de Veracruz. La abogada asegura que allí se dan muchos feminicidios, pero «pocas madres hacen lo que hizo Irma porque es un proceso largo, desgastante, lento y lastima a las familias».

Irma Zepahua en declaraciones a los medios tras la sentencia
Irma Zepahua en declaraciones a los medios tras la sentencia. Foto: AVC Noticias.

La madre de Nancy se decidió porque tenía cerca la sede de Kalli Luz Marina. Allí solicitó el apoyo del área psicojurídica para que el asesinato de su hija no quedara impune. El camino no fue fácil y estuvo lleno de espinas: la revictimización, los errores procedimentales, la pérdida de pruebas contra el asesino, o la falta de colaboración por parte de las instituciones. Obstáculos que hacen que muchas familias desistan antes de empezar el proceso. «Las instituciones no llevan a cabo los protocolos para estos casos, no los conocen, no les interesan, no hay empatía y no hay interés por esclarecer los hechos ni por dar el acceso a la justicia a las mujeres», lamenta la abogada.

De víctima a activista

Incluso las distancias son un problema porque la Fiscalía en esta zona de Veracruz está a tres y cuatro horas de muchas zonas y a las madres y familias se les hace imposible recorrer esa distancia. Por ello, Elizabeth reconoce que la ayuda que presta Manos Unidas es fundamental, porque permite a la organización Kalli Luz Marina prestar asesoramiento legal a las familias de las mujeres víctimas de feminicidio.

Con el fin de erradicar la violencia de género, Manos Unidas ha destinado en los últimos cinco años casi tres millones de euros para 36 proyectos que han beneficiado a más de 110.000 mujeres y niñas en América, Asia y África. Un bálsamo en medio de una tragedia que afecta a 736 millones de mujeres al menos una vez en sus vidas.

Tras todo este calvario, Irma ha pasado de ser víctima a activista. Ahora forma parte de Kalli Luz Marina como promotora asesorando a mujeres que han sido o son víctimas de violencia machista con la esperanza de que casos como el de su hija Nancy no vuelvan a repetirse.