La libertad de expresión de las personas con síndrome de Down llega al Tribunal de Estrasburgo
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos delibera a partir de este jueves sobre la prohibición en Francia de un video grabado por personas con síndrome de Down que defienden que «podemos vivir una vida feliz»
La Fundación Jérôme Lejeune ha presentado este jueves sus argumentos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que se pronuncie sobre si la censura en Francia del vídeo Querida futura mamá viola el derecho a la libertad de expresión de las personas con síndrome de Down.
En el año 2014, la plataforma Coordown difundió un vídeo para el Día Mundial del Síndrome de Down. Ese vídeo dio la vuelta al mundo y hasta la fecha ha obtenido más de ocho millones de visualizaciones solo en YouTube. Con el nombre Querida futura mamá, fue realizado en colaboración con varias asociaciones internacionales —entre ellas la Fundación Jérôme Lejeune— y transmitía un mensaje claro y emotivo al mismo tiempo: «Las personas con síndrome de Down pueden vivir una vida feliz».
Sin embargo, el Consejo Superior Audiovisual de Francia decidió censurar el vídeo y pidió a los canales que lo habían transmitido que dejaran de hacerlo, una decisión confirmada dos años después por el Consejo de Estado francés. Entre los argumentos del CSA estaba que el spot «no podía ser considerado como un mensaje de interés general», que su propósito «podía parecer ambiguo», y que además no generaba «un apoyo espontáneo y consensuado». Junto a ello, el órgano cuya misión es garantizar el ejercicio de la libertad de comunicación audiovisual en el país galo consideró que el clip podría «perturbar la conciencia de las mujeres que, respetando la ley, habían tomado decisiones personales distintas».
Tras esta decisión del CSA, la Fundación Jérôme Lejeune presentó un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos solicitando que se pronuncie sobre si la censura del vídeo en Francia viola en realidad la libertad de expresión.
Para los promotores del vídeo, la decisión del CSA supuso una negación de la libertad de expresión de las personas con síndrome de Down, también protegida por la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en particular en sus artículos 8, 10 y 21.
«Es un acto de censura que afecta negativamente los derechos humanos y la imagen de las personas con síndrome de Down, que no solo tienen derecho a ser felices, sino también a expresar su punto de vista y a ser escuchados», afirman las organizaciones denunciantes en un comunicado hecho público este jueves.
Para Jean-Marie Le Méné, presidente de la Fundación Jérôme Lejeune, «en Francia los poderes públicos son buenos para hablar de apertura, pero censuran las iniciativas que la hacen realidad esta apertura, y por tanto vulneran los derechos humanos. Queremos una Europa que valore, apoye y ayude concretamente a las personas con síndrome de Down a ocupar su lugar en la sociedad y a disfrutar de sus derechos fundamentales».
Querida futura mamá nació como respuesta a una madre que esperaba una niña con síndrome de Down. Esa mujer había escrito una carta a Coordown preguntando cómo sería el futuro de su hija. La asociación decidió ceder la palabra directamente a jóvenes y adultos con síndrome de Down que, reconociendo las dificultades asociadas a su condición, afirmaban con determinación que sus vidas eran hermosas y dignas de ser vividas.
«Querida futura mamá es una película que ha contribuido a cambiar la imagen del síndrome de Down», asegura Antonella Falugiani, presidenta de Coordown, porque «rompe con una visión lastimera de las personas con síndrome de Down y dando voz directa a los jóvenes y adultos. Siete años después, sigue difundiendo una cultura justa de la diversidad».