La lectura ayuda a crecer sanos y fuertes
El editor Paulo Cosín propone que se utilice como base de la educación emocional en la escuela. Leer de forma activa, crítica y reflexiva enfoca al amor y al respeto. También sirve para la construcción de la propia identidad
Hace un año recogíamos en voz del editor Paulo Cosín el clamor del sector que demandaba un pacto social por la lectura. Como autor del libro Para qué leer (Morata), Cosín emprendía una cruzada por el fomento de la lectura entre la población infantil y juvenil que ahora materializa en un nuevo artefacto dinamizador de conciencias: La emoción de leer (Morata). Se trata de una publicación, prologada por Jordi Sierra i Fabra, que propone rotundamente la lectura como base de la educación emocional en la escuela.
Lo que viene a contarnos esta vez, en ocho capítulos didácticos y con lenguaje directo, es cómo las experiencias que vivimos y compartimos como lectores convierten la lectura, que es legítima y exclusiva del género humano, en una valiosa herramienta para madurar en la vida. No es casualidad que esta nueva publicación que ahonda en la materia aparezca el año en que el cómic, el manga y el tebeo han subido al podio de los hábitos lectores en España. Esta circunstancia podría convertir automáticamente a La emoción de leer en una obra simpar para empezar a renovar, al fin estructuralmente, las obsoletas estrategias de fomento de la lectura, de cara a nuevos públicos, los géneros emergentes y el desarrollo personal, especialmente de jóvenes, adolescentes y niños.
Padres, madres, profesorado, educadores sociales y psicólogos son quienes mejor pueden beneficiarse de los conocimientos y estímulos de estas páginas, pero también el público general. El punto de partida es que, desde pequeños, deberíamos ser educados en una lectura abierta a experimentar las emociones. Tendría que darse y garantizarse, para ello, un entorno habilitado donde toda la comunidad escolar se sintiera segura. Cada vez que se habla de acoso escolar, nos dice Cosín, la respuesta más habitual es que se resuelve con «educación, educación y educación», lo que corrobora que la escuela debe proteger, en un amplio espectro, ese ambiente que facilite el desarrollo socioemocional que llevará, en último término, al respeto mutuo. Es decir, «leer las emociones es un proceso que se retroalimenta: a medida que hay mayor desarrollo emocional, habrá mayor ambiente de respeto e inclusión».
Lo más urgente en esta línea sería «encontrar el tiempo en los centros educativos para instaurar actividades como clubes de lectura con debates, diálogos, conferencias, proyectos de investigación e incluso cinefórum; y dotar de medios para ello, porque este tipo de dinámicas se suelen poner en marcha a contracorriente y gracias a un sobreesfuerzo del profesorado que está más comprometido. Esto no debe ser un extra, sino un pilar en la educación».
La emoción de leer sigue visibilizando la urgencia de un pacto social por la lectura para atender educativamente a los más jóvenes en la brecha generacional. Para ello, Cosín apunta al trabajo conjunto de todo el sector del libro, impulsado por cada elemento de la cadena, desde la creación hasta el lector. Considera el fomento de la lectura un pilar de toda sociedad democrática y entiende que es necesario implantarlo y potenciarlo en los niños como el mejor legado que les podemos ofrecer en este tiempo difícil.
Cosín explica cómo la lectura nos permite comprender(nos) y dar sentido a nuestras emociones básicas (de afecto, respeto…) y sociales de la forma más sana. Y viceversa: este libro enseña claves de autoconocimiento para sacar máximo partido a lo que leemos y mejorar la comprensión lectora. Especialmente, se despliega toda una galería de recursos para los más jóvenes de cara a que se conozcan y reconozcan en temas como el enamoramiento, la dificultad del amor, las consecuencias de la infidelidad, los distintos tipos de amistad, el honor, la esperanza y la desesperanza, el miedo, la ira, la venganza, la salud mental y muchos más. ¿Para qué? Para dotarlos de herramientas que les permitan disfrutar al máximo de los libros y, a la vez, les facilite la construcción de su identidad a través de un viaje con los clásicos, pero también otros géneros como la novela gráfica. Un viaje que podemos hacer que sea inolvidable.
La tesis que se defiende en esta publicación es que no hay educación sin emoción, «es lo que Kieran Egan, uno de los principales pedagogos del siglo pasado, defiende en su libro Fantasía e imaginación: su poder en la enseñanza». Y, por consiguiente, en la educación infantil en valores es muy importante leer en familia, que los padres lean a los hijos, que lo disfruten y se establezca un diálogo sobre lo leído. «Aprender a compartir lo que esas lecturas nos provocan dentro de la familia es, sin duda, una de las mejores prácticas para la salud de todos los miembros de la misma», tal y como corrobora el autor.
Lo más interesante es la documentación relacionada con la reivindicación de que la lectura activa, crítica y reflexiva nos ayuda a vivir con mayor plenitud. Esto es, a no quedarnos en la intensidad de las emociones secundarias, «que atraen el drama y, de paso, enmascaran las primarias», que son las más profundas y cuya atención nos enfoca al amor y el respeto.
El sentido de la emoción
Insiste Paulo Cosín en que La emoción de leer, «además de defender la importancia que tiene la lectura para experimentar emociones, explica las emociones para comprenderlas». Y añade que «hay un fundamento de expertos sobre la psicología de las emociones, expuesto de una manera accesible para que entendamos el sentido que tienen las emociones que percibimos». Si leemos con ese enfoque, «entonces sí aprenderemos a amar en el significado amplio de la palabra».
Aunque deja claro que hay un despertar del sector tras la pandemia, subraya hay que actuar rápido y con contundencia en el fomento de la lectura con niños para aprovecharlo. «Cuando desarrollamos la capacidad de lectura y escritura, entramos en un nuevo mundo de posibilidades que debemos potenciar y facilitar sin dilación», subraya Cosín. Y aprovecha «para hacer aquí un homenaje al escritor Juan Muñoz, recientemente fallecido, y recordar su contribución a la causa con el inolvidable personaje de fray Perico que abanderó El Barco de Vapor durante muchos años».
Paulo Cosín
Ediciones Morata
2023
200
18,99 €