La información ante un aborto es «decisiva y capital»
El TC da su veredicto sobre la ley del aborto de 2010 con el consentimiento informado como principal punto de debate. El Proyecto Makariori basa su trabajo, precisamente, en ofrecer datos contrastados en colegios
Después de casi 13 años, el Tribunal Constitucional (TC) ha debatido esta semana el recurso contra la ley del aborto de 2010 que presentaron en su día 70 diputados del Partido Popular. Al cierre de esta edición todavía no había veredicto. La deliberación ha tenido lugar después de que el TC cambiara de signo [ahora con mayoría progresista] tras su última renovación, lo que en algunos ambientes se interpreta como un intento de blindar la nueva ley del aborto, actualmente en tramitación por iniciativa del Gobierno de Pedro Sánchez. En este contexto, la semana pasada se filtró a la prensa la ponencia sobre la que ha girado el debate, un texto a cargo del ponente Enrique Arnaldo, adscrito al llamado bloque conservador. Según esta filtración, Arnaldo considera constitucional el cambio de un sistema de supuestos a uno de plazos, lo que permite el aborto libre en las primeras 14 semanas de gestación. El único pero a la ley Aído sería que el consentimiento informado que exige la ley consiste en la mera entrega de un sobre cerrado con información sobre los distintos métodos de interrupción del embarazo y en la petición de que la mujer vuelva tres días después. Algo que, para el magistrado, no asegura a la mujer toda la información.
Federico de Montalvo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Pontificia Comillas y expresidente del Comité de Bioética de España, explica que con esta fórmula el feto «no tiene ninguna protección» y queda «absolutamente indefenso». En esta línea, Lourdes Méndez Monasterio, una de los 20 diputados que presentaron en 2021 una demanda al Tribunal Europeo de Derechos Humanos por la «pasividad» del TC español al demorar su sentencia sobre esta ley, afirma que «no se puede poner el foco en si se informa o no a la mujer». «Una mujer no es libre si no está informada. Es obvio y no debería ser objeto de discusión», añade.
son los abortos realizados en España desde el año 2010, según el Gobierno
En su opinión, la clave está en la protección del derecho a la vida del feto, pues «no se le está prestando atención y es el valor supremo de la democracia», señala Méndez Monasterio —ahora en Vox—, quien critica la pasividad del PP en estos años, «pecando de tibieza cuando la izquierda tiene muy claro su ideario». De hecho, el TC ha debatido sobre la ley Aído «en cuanto ha obtenido la mayoría el bloque progresista».
En cualquier caso, la cuestión del consentimiento de la mujer está de actualidad, y no solo por la polémica sobre las medidas de atención psicológica, escucha de latidos y ecografías 4D que ha querido implantar un sector del Gobierno de Castilla y León. Si el TC decide finalmente que el consentimiento informado no es pertinente —lo que no sería raro, dada la minoría conservadora del tribunal—, se avalarían los elementos más nocivos de la nueva ley del aborto, actualmente en el Senado: el aborto de menores de edad sin permiso paterno, la desaparición de los tres días de reflexión y la ausencia de información veraz sobre lo que es un aborto y sobre sus alternativas.
Conciencia para los jóvenes
«La información real a la madre es capital, es decisiva», afirma María Blanc, creadora junto a Blanca Goytisolo del Proyecto Makarioi, una iniciativa que busca informar a los jóvenes en España sobre la realidad del aborto. Estas estudiantes de Psicología y Derecho, respectivamente, han empezado a dar charlas en colegios tras realizar varios rescates a madres a punto de abortar y tras constatar la falta de información entre los jóvenes de hoy, «incluso entre chicos de familias católicas, que defienden el aborto en ciertos casos». Por su experiencia, saben que el consentimiento informado de las mujeres «no es tal». «Nunca se da toda la información para que puedan decidir libremente», aseveran. A las clínicas «no les interesan para nada las mujeres, están totalmente abandonadas», lamenta Blanc.
Del mismo modo, no conocen los diferentes métodos que se utilizan para practicar los abortos: aspiración, desmembramiento, inyección salina, destrucción del cráneo del bebé… María y Blanca se valen para sus charlas de animaciones para mostrar esta dura realidad. ¿La respuesta? «Su mentalidad cambia por completo. Al final no queda ninguno que diga que el aborto no hace daño ni al feto ni a la madre», explica Blanc.
Los chicos acogen «muy bien» las charlas, porque están preparadas «desde un punto de vista científico». Además, «les ayuda comparar lo que está pasando con el aborto con otras épocas, en las que había tolerancia hacia la esclavitud o incluso hacia el exterminio de otras razas», dice la responsable de Makarioi. «Por mucho que sea legal —concluye—, es un crimen del que no podemos ser cómplices. Si nosotros no defendemos el derecho a vivir de los no nacidos, nadie más lo va a hacer».