La indefensión laboral de las empleadas del hogar

«Indefensión laboral». Así define Cáritas Española la situación de las empleadas del hogar con motivo de su día internacional, que se celebra este martes. Si bien este colectivo ya sufría una especial vulnerabilidad en comparación con otros, pues no está integrado en el Régimen General de la Seguridad Social, la pandemia no ha hecho más que agravar su situación.

«Muchas mujeres no han podido trabajar durante el periodo de confinamiento, lo que las ha empujado a graves situaciones de precariedad», añaden desde la entidad eclesial. Superada esta primera ola de la pandemia, algunas han perdido el empleo mientras que otras trabajan menos horas, o las mismas pero cotizando menos.

Además, constatan que el subsidio extraordinario y temporal aprobado por el Gobierno hace justo un año no está siendo efectivo: «Esta medida no ha servido, en la práctica, para cubrir las necesidades más urgentes de la mayoría de trabajadoras del hogar debido, en parte, a las dificultades de acceso creadas por los trámites administrativos, al retraso o impago de las ayudas, y al hecho de que una buena parte de ellas no estaban dadas de alta en la Seguridad Social, por lo que no tienen derecho a solicitarlo».

Estas afirmaciones se refuerzan con los datos, pues, según Cáritas, tres de cada cuatro trabajadoras del hogar no han solicitado esta ayuda, mientras que solo una de cada 100 la ha cobrado.

Por su parte, Oxfam Intermón ha presentado el informe Esenciales y sin derechos en el que apunta que el 32,5 % de las 550.000 mujeres que trabajan en este sector viven bajo el umbral de la pobreza. Un porcentaje que contrasta con el 12 % del conjunto de trabajadores. Además, una de cada seis vive en pobreza severa, esto es, con menos de 16 euros al día.

«A pesar de que este numeroso colectivo desarrolla una labor imprescindible y con un valor incalculable para que nuestra sociedad pueda avanzar, no tiene legalmente reconocidos los mismos derechos que el resto de personas», afirma Liliana Marcos, responsable de políticas públicas de Oxfam Intermón. En concreto, explica, carecen de prestación por desempleo, negociación colectiva, protección por despido o prevención de riesgos laborales.

«Un colchón de trabajadoras baratas» para la dependencia

El informe pone el foco, en concreto, en las 85.000 trabajadoras que cuidan de personas dependientes, una realidad en aumento por la escasa inversión pública en cuidados de larga duración y atención a la dependencia. «Allí donde el Estado no ha cubierto las necesidades de cuidado es donde hay más trabajadoras del hogar. El sistema de dependencia descansa sobre un colchón de trabajadoras baratas», explica Marcos.

De hecho, constata que en los países en los que hay una mayor inversión en servicios públicos se desploma el número de trabajadoras del hogar y sube con fuerza del de empleadas de servicios sociales.

Con todo, Oxfam Intermón recuerda, como también lo hace Cáritas, la necesidad de ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo y que esto lleve a la equiparación de derechos y deberes con el resto de los trabajadores.