La Iglesia pide al Gobierno de Reino Unido que no traslade su embajada a Jerusalén
Seguir los pasos de Donald Trump implicaría aceptar la anexión unilateral de Jerusalén Este y «sería gravemente dañino para cualquier posibilidad de una paz duradera»
El cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales ha transmitido a la primera ministra británica, Liz Truss, su «profunda preocupación» después de conocerse que se plantea trasladar la embajada del Reino Unido desde Tel Aviv a Jerusalén. Así se lo comunicó Truss a su homólogo israelí, Yair Lapid.
Para el cardenal, no existe ninguna razón válida para trasladar la embajada, por lo que, en una carta sobre la que informa su diócesis, pide a Truss que reconsidere esta decisión. El cambio «sería gravemente dañino para cualquier posibilidad de una paz duradera en la región, y para la reputación internacional del Reino Unido», escribe Nichols en una carta a Truss.
«El Papa Francisco y los líderes de las iglesias de Tierra Santa han pedido desde hace tiempo que se respete el statu quo internacional de Jerusalén», de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas. «La ciudad debe compartirse como patrimonio común, y no convertirse nunca en monopolio exclusivo de ninguna de las partes» implicadas en el conflicto palestino-israelí.
Por ello, Nichols también exhorta a la premier británica a «concentrar todos los esfuerzos en buscar una solución de dos estados, en la que Jerusalén tenga un estatus especial garantizado».
Reconocimiento de la ocupación
Las palabras de Nichols se hacen eco del rechazo al traslado por parte de los líderes cristianos de Tierra Santa. Según informa The Times of Israel, el Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén criticó el lunes que una decisión en este sentido transmitiría el mensaje de que «la continua ocupación militar y la anexión unilateral de Jerusalén Este» en 1967 «son aceptables».
Así, se «minaría gravemente el principio clave» de no reconocer la ciudad santa como capital israelí ni palestina hasta que se alcance una paz duradera. También amenazaría las negociaciones políticas. «El statu quo de Jerusalén es esencial para preservar la armonía de nuestra Ciudad Santa y las buenas relaciones entre las comunidades religiosas en todo el mundo», añadía.
Como la mayoría de los países, Reino Unido ha tenido hasta ahora su embajada en Tel Aviv. En 2017, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, desató la polémica al reconocer a Jerusalén como capital israelí y ordenar el traslado allí de su embajada, que se realizó en mayo de 2018. Entonces, incluso el Papa Francisco criticó la decisión.