La Iglesia ortodoxa ucraniana elige patriarca. La ruptura con Moscú se culminará en enero - Alfa y Omega

La Iglesia ortodoxa ucraniana elige patriarca. La ruptura con Moscú se culminará en enero

Un obispo cercano al hasta hace poco cismático patriarca Filaret, que se independizó de Moscú en 1992, será el nuevo patriarca de la Iglesia ortodoxa ucraniana autocéfala. El sábado se celebró el concilio de unificación, con una escasísima presencia de representantes cercanos a Moscú

Redacción
Foto: AFP / Genya Savilov.

Un concilio de eclesiásticos ortodoxos ucranianos, reunido este sábado en Kiev, creó una Iglesia independiente de la tutela religiosa de Moscú, una medida que apunta a garantizar la «seguridad» y la «independencia espiritual» del país frente a Rusia.

El anuncio ante una multitud de simpatizantes en el centro de la capital lo hizo el propio presidente, Petro Poroshenko, quien ha hecho de la independencia religiosa de Ucrania un tema de «seguridad nacional» y uno de los elementos clave de su campaña electoral para la presidencial del 31 de marzo. «Este día sagrado entrará en la historia como el de la creación de una Iglesia autocéfala (independiente) unida en Ucrania. Día de nuestra independencia definitiva de Rusia», dijo, según una retransmisión en directo de la televisión.

El concilio, reunido en la catedral de Santa Sofía del centro de Kiev, con la ausencia notable de los principales representantes de la rama que permanece fiel a la Iglesia ortodoxa rusa, eligió como líder de la Iglesia al metropolitano Epifanio. Este joven eclesiástico, de 39 años, es considerado como cercano al patriarca de Kiev, Filaret, hasta ahora patriarca de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev. Excomulgado por Moscú cuando proclamó la autonomía de esta Iglesia en los años 90, fue rehabilitado por el patriarcado de Constantinopla en octubre.

Este concilio de reunificación apuntaba a implementar la decisión histórica del Patriarcado de Constantinopla, primus inter pares en el mundo ortodoxo, que en octubre autorizó a Ucrania a contar con su propia Iglesia, tras 332 años de tutela espiritual de su poderoso vecino. La decisión de acordar la independencia religiosa a Ucrania suscitó la ira de la Iglesia rusa, que denunció un «cisma» y rompió sus relaciones con Constantinopla.

El Patriarcado ecuménico de Constantinopla expresó el sábado en un comunicado oficial la «alabanza a Dios» y su «gran alegría» por «la satisfactoria conclusión del trabajo del concilio». El patriarca Bartolomé —continuaba el texto— ha invitado al patriarca Epifanio a concelebrar con él en el Fanar —su sede en Estambul— la liturgia de la Teofanía, la Navidad ortodoxa, el 6 de enero. En ese momento le entregará el tomos o decreto de fundación de «la nueva Iglesia hermana».

Ortodoxos divididos

El concilio reunió esencialmente a dos formaciones ortodoxas disidentes: el patriarcado de Kiev, que tiene la mayor cantidad de feligreses según los sondeos, así como la minúscula Iglesia llamada autocéfala, creada a principios del siglo XX. El ala leal al Patriarcado de Moscú, que ha perdido una parte de sus feligreses desde el comienzo de la crisis con Rusia en el 2014 pero que aún tiene la mayor cantidad de parroquias en Ucrania, rechazó el concilio como «ilegal» y prohibió a su clero participar.

Con todo, varios de sus miembros, entre ellos dos de sus 90 obispos, participaron en el concilio, según el patriarcado de Kiev. El metropolitano Hilarión, director de Relaciones Externas de la Iglesia ortodoxa rusa, declaró que su participación en el concilio «solo puede entristecer» y la comparó a la traición de Judas en la Biblia.

Este concilio se celebra cinco años después de comenzada una crisis sin precedentes entre Kiev y Moscú. Tras la llegada al poder de autoridades prooccidentales en Kiev, Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea y separatistas prorrusos en el este del país iniciaron un conflicto que ha dejado ya más de 10.000 muertos.

El patriarca ortodoxo ruso, Cirilo, denunció «persecuciones» contra el clero y los ucranianos que siguieron bajo la tutela de Moscú, en una carta dirigida al Papa y a Naciones Unidas, y también al presidente francés, Emmanuel Macron, y a la canciller alemana, Ángela Merkel. En la misiva, acusó a Kiev de presionar a su clero para que se incorpore a la nueva formación, mientras que la Policía registró recientemente varias iglesias del Patriarcado de Moscú.

¿La reconocerán otras iglesias?

Las autoridades ucranianas quisieron calmar la situación, asegurando que las parroquias serán libres de decidir si se unen o no a la nueva Iglesia independiente, con el fin de evitar una «guerra religiosa» en el país.

El Patriarca ecuménico Bartolomé ha acompañado todo el proceso para el reconocimiento de la autocefalia de la Iglesia ortodoxa ucraniana, tratando de evitar que fuera elegido Filaret. Tanto él como el líder de la Iglesia autocéfala ucraniana recibieron según este último una carta del patriarca de Constantinopla en la que les habría pedido que no se presentaran como candidatos.

El hecho de que el nuevo primado provenga del hasta ahora considera pesudopatriarcado de Kiev puede hacer más difícil el reconocimiento y la concesión de la plena comunión por parte de otras iglesias ortodoxas. Algunas iglesias nacionales ortodoxas, como el Patriarcado de Serbia, criticaron con dureza la «rehabilitación» canónica de Filaret en octubre.

Agencias / Vatican Insider / Redacción