La Iglesia ordena a los primeros obispos en China tras el acuerdo con Pekín

Dos días después de la consagración episcopal de Antonio Yao Shun, como obispo de Jining, este miércoles se produjo una segunda ordenación de un obispo tras el acuerdo firmado entre la Santa Sede y China el pasado 22 de septiembre de 2018.

En este caso fue ordenado el sacerdote Stephen Xu Hongwei como obispo coadjutor de la diócesis de Hanzhong, en el noroeste del país (Provincia de Shaanxi).

La ceremonia, «con mandato pontificio, tuvo lugar en un ambiente solemne y participativo, en presencia de todos los obispos de la provincia de Shaanxi», han explicado desde el Vaticano.

Hacia la unidad

La ordenación de Xu Hongwie acaba con un periodo de fuerte división en la diócesis y culmina el progresivo acercamiento experimentado desde el año 2000.

Después del nacimiento de la República Popular de China y los terribles años de la Revolución Cultural, a fines de la década de 1980 la diócesis experimentó, según el diario La Stampa, divisiones relacionadas con la coexistencia de tres obispos: los hermanos Bartholomew y Mattia Yu Chengxin, ordenados clandestinamente sin ser reconocidos como obispos por el gobierno, y el obispo Aloysius Yu Runchen, elegido con el visto bueno de las autoridades pero inicialmente sin el mandato apostólico del Papa.

El primer paso para la comunión se dio en el año 2000 gracias a la insistencia del gran obispo de Xi’An, monseñor Antonio Li Duan. De esta forma, en 2005 el obispo oficial Aloysius Yu fue reconocido y legitimado por la Santa Sede, y poco después celebró una Misa con los hermanos Chengxin por el eterno descanso de Juan Pablo II.

Monseñor Yao Shun, primer ordenado

La ordenación de Stephen Xu Hongwei se ha producido dos días después de la de Monseñor Yao Shun, que fue el primer obispo consagrado tras el acuerdo firmado entre la Santa Sede y China el pasado 22 de septiembre de 2018, que precisamente versaba sobre la ordenación de obispos y gracias al cual se unificó la Iglesia Católica del país.

Yao Shun —de 54 años y experto en Liturgia— se convirtió en obispo de Jining (diócesis situada en el interior de Mongolia, que cuenta con 70.000 fieles, 30 sacerdotes y 12 religiosas), en cuya catedral tuvo lugar la consagración. En la celebración participaron cuatros obispos y más de 120 sacerdotes, muchos de ellos nacidos en la diócesis de Jining pero que actualmente prestan servicio para otras diócesis del país.