«La Iglesia, o es misionera o no es Iglesia»
En plena celebración del Mes Misionero Extraordinario, la diócesis de Madrid estrena nuevo delegado de Misiones, Manuel Cuervo, uno de los más jóvenes de España. «Tenemos el mejor producto dentro de la Iglesia, algo que es querido por todos, incluso por los no creyentes», afirma
«En la misión siempre me he encontrado con la Iglesia. He vuelto a España con un gran sentimiento de orgullo por pertenecer a ella. En la misión se percibe mucho más la comunión y la gracia de Dios que se desborda en la necesidad. Ves dónde están los misioneros, en los peores sitios, donde más necesidad hay, donde no ha llegado todavía el mensaje de Jesús. Ves a la Iglesia preocupada por el bienestar material de la gente y también por la cura de almas. Misioneros que ofrecen la Confesión y la Eucaristía, y también agua y comida. La Iglesia es una madre que se ocupa de sus hijos: todo eso lo percibes muy claramente en la misión»: lo dice Manuel Cuervo Godoy, un laico de 42 años al que el cardenal Osoro acaba de nombrar nuevo delegado episcopal de Misiones de Madrid en sustitución de José María Calderón, que el pasado mes de enero fue elegido director de Obras Misionales Pontificias España.
Manuel Cuervo es colaborador de la Delegación de Misiones desde el año 2008, y ha participado junto a su mujer, Cecilia, en varias experiencias cortas de misión en Marruecos, Etiopía, Sierra Leona y Cuba; en 2016 partió con su mujer a dedicar dos años a la misión en Perú. A su regreso, en 2018, se incorporó a la dirección de Obras Misionales Pontificias de Madrid y, desde julio de 2018, era subdelegado episcopal de Misiones de la archidiócesis. En la actualidad se encuentra en su tercer año de formación para el diaconado permanente.
El derecho de conocer a Jesús
La misión «te permite salir de ti mismo, de tu comodidad, para ir a una realidad que te choca, porque al final tienes un contacto muy fuerte con la pobreza», reconoce Manuel. Esta experiencia le ha lleva-do a dar gracias a Dios «porque te das cuenta de lo afortunados que somos simplemente por poder elegir la Misa a la que ir el domingo. Allí, en los países de misión, no se selecciona nada: el misionero llega una vez al mes o a la semana, con suerte. Y luego ves que hay gente que camina hasta cuatro horas para celebrar la Eucaristía, con mucha alegría y un fuerte espíritu de comunidad».
Manuel Cuervo tiene experiencia de vivir «en comunidades pequeñas que sostienen la fe los unos de los otros». «Ves a laicos y sacerdotes diocesanos trabajando a una con misioneros de otros países para que la gente de allí pueda vivir su fe. Eso te hace valorar mucho la diversidad de la Iglesia. Al final, los misioneros son cristianos preocupados porque el Evangelio llegue a todas partes, no como una imposición sino como un derecho de la gente a recibir el Evangelio y conocer a Jesús», afirma.
Por su trabajo en la delegación, Manuel sabe que «los laicos se fían y quieren la misión de la Iglesia, y eso se nota en el Domund y en otras campañas». El nuevo delegado lo atribuye a que «tenemos el mejor producto dentro de la Iglesia, algo que es querido por todos, incluso por los no creyentes».
Por eso, ante el Mes Misionero Extraordinario que acaba de comenzar, Manuel espera que «nos recuerde a todos los bautizados la misión que tenemos de evangelizar, un mandato cuyo paradigma es la misión ad gentes pero que nos incluye a todos. La Iglesia, o es misionera o no es Iglesia. Si no evangeliza, dejaría de ser Iglesia; sería una ONG u otra cosa social. Nosotros tenemos que llevar el Evangelio».
Las diócesis españolas ya han comenzado sus actividades para el Mes Misionero Extraordinario con-vocado por el Papa Francisco, en estrecha colaboración con las Obras Misionales Pontificias. En todas ellas el inicio del MME se ha celebrado en un convento de clausura, en memoria de santa Teresita de Lisieux, patrona de las misiones, cuya fiesta litúrgica fue el pasado martes, 1 de octubre. La oración estará muy presente durante estos días también, como por ejemplo en Toledo, donde se va a celebrar una vigilia de oración previa al Domund para recordar que la cooperación espiritual es esencial en la animación misionera. En Salamanca, el 27 de octubre se celebrará la iniciativa Comunión en la misión en la catedral, y ese día se suprimirán las misas de las parroquias en ese rango horario para que los fieles acudan a la catedral y participen en un gesto común diocesano y misionero.
La Delegación de Misiones Málaga ha convocado un festival misionero para este sábado, mientras que el día 11 el sacerdote y músico Toño Casado, autor del musical 33, pronunciará el pregón del Domund en la catedral. En Madrid han sido involucrados de manera especial los jóvenes, que el viernes participarán en la vigilia mensual de oración con el arzobispo en una oración específicamente misionera. Y en Vitoria más de 1.500 escolares tomarán conciencia de la situación de las personas que viven en zonas desfavorecidas del planeta y del trabajo que las misiones realizan allí, con talleres en colegios, exposiciones, conferencias y cine-forum.
Durante este mes, todas las diócesis tendrán un recuerdo especial para sus misioneros, y OMP ha querido hacer partícipes también a los enfermos con un número especial de su Tríptico de enfermos, una pequeña publicación que reciben 30.000 enfermos en España.
Pero el momento más especial de este MME será la celebración del Domund, el domingo 20 de octu-bre, en el que los fieles de toda España podrán rezar por los misioneros y participar en su labor a través de una colaboración económica en la colecta de ese día, que llegará, a través de OMP, al Santo Padre, para que la distribuya entre todos los misioneros del mundo.