La Iglesia en Colombia intenta mediar en la violencia en Cali
El arzobispo de Cali denuncia disparos contra una misión en la que participaba su diócesis, y ha propuesto crear una Comisión Humanitaria
La Conferencia Episcopal de Colombia ha rechazado duramente todas las violaciones de los derechos humanos que se están produciendo durante las protestas de los últimos días, y que tienen como epicentro la ciudad de Cali. En una nota difundida este martes, hablan, por ejemplo, de «bloqueos al aprovisionamiento de alimentos, desapariciones de personas» y «ataques contra su integridad física».
Son ya 19 los fallecidos, 87 los desaparecidos y más de 800 los heridos en las protestas. Estas se iniciaron hace una semana contra una reforma tributaria que el presidente Iván Duque ya ha retirado. Pero ni esto ni la dimisión del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, han calmado los ánimos.
«La violencia, el vandalismo, los ataques, el abuso de la fuerza y el caos social», subrayan los obispos, «no resuelven nada». De hecho, «solo traen sufrimiento y muerte, sobre todo a los más pobres, además de deslegitimar y convertir en discutible toda protesta social». Es, por tanto, «imperativo» encontrar caminos hacia «la reconciliación nacional y hacia la paz, con la participación y los esfuerzos de todos los ciudadanos». Será, reconocen, «un camino arduo». Y por ello hace falta «coraje y perseverancia». Para sostenerlo, el episcopado convoca una jornada de oración este viernes, 7 de mayo.
«Rogué cordura al comandante de la Policía»
No es el único paso dado por la Iglesia. De hecho, la archidiócesis de Cali, tercera ciudad del país, estaba en contacto con la misión de observación de derechos humanos de la ONU que denunció el martes haber sido testigo de amenazas contra sus acompañantes, agresiones y disparos con munición real. Afortunadamente, nadie resultó herido.
«La Policía disparó contra miembros de la comisión humanitaria. Fue muy trágico ese momento, hasta que llegó el vicario de Cali», relató ese mismo día Darío de Jesús Monsalve Mejía a la emisora RCN Radio. Esto le ha llevado a intervenir aún más directamente.
El domingo por la noche «escribí al comandante de la Policía. Le rogué cordura, están actuando como locos». Hasta el momento no había tenido respuesta, pero se comprometió a seguir insistiendo. «Nos duele que las instrucciones sean disparar», añadía. Subrayaba el riesgo añadido de que el Ejército se haya sumado a la represión de las protestas, o de que «se estén realizando ráfagas de disparos desde helicópteros».
Negociaciones para hacer llegar los alimentos
Monsalve no lograba ocultar su dolor. «Esto nos arruga el alma», reconocía. «Anoche asesinaron a Kevin Agudelo en Siloé, me preocupa muchísimo todos los casos de heridos y de muertos en el país por los excesos de manifestantes que afectan a la Policía y los excesos de la Policía hacia la ciudadanía».
Por eso, ha propuesto la creación de una Comisión Humanitaria. Estaría formada, por parte de la Iglesia, por el vicario episcopal para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, la Comisión Justicia y Paz, el Observatorio de Realidades Sociales, y las comisiones de Pastoral Social y de Pastoral del Trabajo. El objetivo sería acompañar a los manifestantes para poner en marcha procesos que permitan llegar a acuerdos con las autoridades. También han comenzado a conversar con empresas y particulares para lograr que camiones con alimentos puedan superar los bloqueos de carreteras.